lunes, 12 de abril de 2010
Historias inventadas o fragmentos de irrealidad VII
Recuerdo que fue la destreza de mi abuela, la que devolvió a la vida aquellos pantalones largos, que me habían quedado pesqueros tras el estirón. Les amputó la perneras y con hábiles puntadas los transformó en unos short, muy a la moda de entonces.
Yo sonreí aparentemente agradecido; jamás me atreví a confesar la verdad: Odiaba aquellos pantalones.
Juliki (abriendo el baúl)
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