Hoy me desperté con la intención de comerme el mundo. Mientras me incorporaba buscando las zapatillas el desánimo me dio una dentellada y me arrebató parte de mis propósitos. Maltrecho me arrastré hasta el sillón intentando conservar parte de mis expectativas. La realidad se despertó también y me vapuleó recordándome quién era yo, en qué me había convertido. Refugiado en mi mundo intenté reponerme y lamerme las heridas. Entonces fui consciente de que mi refugio era mi cárcel y que estaba atrapado. Dispuesto a abandonar recordé algo:
"No hay nada más fácil que escapar de un callejón sin salida: solo tienes que dar la vuelta y correr hacia el otro lado." Benjamín Prado (Operación Gladio).
Me he puesto en pie, las piernas apenas me sostienen y no puedo correr. Doy un paso, después otro... No es fácil aprender a caminar de nuevo.
Juliki en el callejón
EL PESO
ResponderEliminarEs esta condenada impotencia.
Esta ausencia hasta de rabia.
Este peso.
Sí, este peso:
como un frasco de aspirinas
en un estómago vacío.
Versos tristes, pero no exentos de belleza, como tus textos.
http://www.youtube.com/watch?v=AP9yh6XW848&feature=related
Cosas de Roger Wolfe.