domingo, 9 de agosto de 2009

Decadencia plácida



Hay días que es difícil entenderse a uno mismo, pero si además tampoco puedes comunicar con los que te rodean, la cosa se complica. El silencio no es la solución, pero a la vez es la única respuesta. El enfado con uno mismo y con la humanidad tampoco aporta nada mas que malestar y resentimiento. ¿Dejar pasar el día? Quizás sea lo menos malo, pero en esa dinámica de "dejar pasar", "esperar mejor ocasión" ... se escapa la vida y uno comprueba que no hace lo que debe o quiere.
Sentarse en el sofá a aletargarse no cura, tal vez sirva para atenuar los síntomas, pero mañana todo eso volverá a estar ahí, frente al espejo preguntándonos ¿Y ahora que?
Esta mañana estuve a punto de desayunar una avispa. Se metió en mi boca mientras bebía en una fuente. La sentí moverse y la escupí. Los dos nos asustamos, pero pudimos continuar camino ilesos. Ella también se escondía de algo en el caño de la fuente y por eso estuvo a punto de perecer. Ese inicio mañanero incitaba a la reflexión, parecía que iba a ser un día de suerte; al final todo quedó en espejismo, en otro día que se fue ...

Juliki (atrapado)

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