domingo, 5 de abril de 2015

Reconducir la derrota


—Victoria absoluta y sin paliativos
—Te refieres al 9-1 del Real Madrid al Granada
—Para nada. Además a ti no te gusta el futbol. Ya sabes a qué me refiero.
—No caigo.
—Hablo de tu fracaso total durante el mes de marzo con el blog. Total de entradas: cero.
—Ah, eso. Era de esperar. No tiene demasiada importancia.
—Tal vez para ti no, pero para el compromiso que adquiriste conmigo supone que he ganado, que tenía razón, que tu constancia y tu capacidad de sacrificio no es más que una tapadera y yo lo sabía.
—Vale, te doy la razón ¿Y?
—Pues que te toca cumplir tu palabra y cerrar el blog.
—Si, de acuerdo. Algo más.
—¿Cómo? Lo dices tan tranquilo.
—¿Qué quieres que me flagele y llore? Lo siento. No forma parte del acuerdo.
—Pero parece que no te importara, que te diera igual.
—Nada de eso. Tú ganas lo admito. Es una realidad que no me gusta, pero tengo que aceptar como tantas otras. Me importa mucho lo ocurrido. Soy el más decepcionado por el asunto. No es por ganar o perder el reto, eso me da igual. Solo pretendía ser un aliciente. Estoy enfadado con mi incapacidad. Me cuesta asumir esa falta de ganas para escribir con cierta frecuencia y sobre todo no tener nada que contar más que lamentos repetitivos.
—Entonces, ¿cierras el blog y me dejas decir las últimas palabras?
—¿Tengo otra alternativa?
—No.
—Lo doy por cerrado y procede a despedirte. Aunque no entiendo tu alegría más allá de la victoria moral. A fin de cuentas supone tu propio final.
—¿Será el de tu blog?
—Sí, único sitio en el que puedes expresarte.
—Joder, no lo había pensado.
—Las victorias cuando se consuman suelen dejar un vacío, un cierto sabor a ¿y ahora qué?
—¿Y si lo olvidamos?
—Hay que cumplir con la palabra dada.
—Vaya, pues lo siento. Si lo sé…
—¿Son tus últimas palabras?
—Si quieres decir algo tú.
—¿Sabes que día es hoy?
—Domingo.
—¿Qué domingo?
—De resurrección.
—Te tomo la palabra.
—Je, je,je…Eres un fullero.

Juliki insurrecto