viernes, 27 de noviembre de 2009

Momentos impagables



He dejado pasar unos días para que las emociones se asentaran, para recuperar el curso de una vida que no parece tal.
La pelea fue dura, aun duele la mano de apretar la toalla durante mas de tres horas, pero al final mereció la pena. Ganamos, a los puntos, pero ganamos. No podía ser de otra forma; la luchadora que me parió es rocosa y resistió el envite. Ahora su corazón, que es demasiado grande, tiene un nuevo compañero que le ayudará a no pararse. Aun estamos renqueantes, toca recuperarse. Ella, para que su vida vuelva a parecerse algo mas a la de antes, para que pueda volver a salir a la calle y pasear sin que cada movimiento sea un martirio que te deja sin aliento; y yo ... para intentar subirme a ese tren que se escapaba y que después de estos días parece alejarse aun mas.
Es curioso, estoy inmensamente contento por lo acontecido, por ver a mi madre que aunque dolorida, deja atisbar ese brillo de esperanza en sus ojos que me hace revivir.
Pero a veces la vida es cruel, y mientras me volcaba en su pelea, he perdido alguna guerra propia, de esas que me vuelven a situar al otro lado de la línea de lo que uno cree poder soportar.
Hoy no obstante, no hay lugar para la queja ni el lamento propio; hoy solamente tiene cabida estar pletóricos porque ella, la que me dio la vida, recupera su ilusión por vivir.
Mañana ...

Juliki ( solamente hijo)

martes, 24 de noviembre de 2009

Lugares sombríos


La bolsa esta preparada, todo dispuesto para partir. Última jornada antes del gran día. Hoy visitaremos relajadamente las instalaciones para ubicarnos, ya somos asiduos y conocemos el pabellón donde tendrá lugar la pelea, pero siempre esta bien revisar el cuadrilátero.
Mañana será otra cosa, concentración máxima y un único objetivo: Ganar.
Participar esta vez no es suficiente, esta demasiado en juego ...
Desde mi rincón me aferraré a la toalla, para no soltarla jamás y pelearé en silencio, porque hay batallas que aunque no sean propias uno las vive como tal ...

Juliki (incondicional)

sábado, 21 de noviembre de 2009

Ansiada liberación



Cuando todo se tuerce uno piensa que la cosa debe parar y no puede seguir empeorando, pero no siempre es así. No obstante en esas ocasiones, son las pequeñas cosas las que nos sacan, al menos un segundo, del mundo de las miserias propias para proyectarnos al de los sentidos reconfortantes.
Días atrás asistí a una exposición; estaba roto, en todos los sentidos y fui mas bien por acompañar a alguien al que, aunque seamos muy distintos y de mundos diferentes, aprecio mucho, incluso mas de lo que suelo reconocer. Le odio y le quiero a partes iguales y creo que él lo sabe, aunque me pase el día refunfuñándole como consecuencia de alguno de sus actos ...
Es un artista, piensa como tal; es un creador nato capaz de concebir una obra y ejecutarla en tiempo record, con la maestría del que tiene la certeza interior de que el resultado merecerá la pena. Tienes sus crisis creativas, sus atascos resolutivos, sus conflictos ¿Y quien no? Pero hasta ahora le he visto salir bastante airoso, seguir evolucionando y dando forma a su inquietud creadora. Continua su avance ...
Tomó prestado mi cuerpo de serie B y lo transformó en unas imágenes bellas, intensas, vivas ... Para alguien como yo, que últimamente parece al borde del colapso, mas cerca de vegetar que vivir, reconocerse en esas imágenes, verse encarnando ese Prometeo pletórico, fue un instante de emoción. Me quedé perplejo al verlas colgadas en la exposición. Eso también soy yo pensé, no solo el tipo anodino, apagado, parado y desilusionante en que poco a poco me parece ir convirtiéndome. Luego volví a la realidad, me ví reflejado en un cristal, como la sombra que soy y el brillo y la luz se apagaron.
Gracias Pablito, también por el regalo de las obras que me encantan, pero sobre todo por hacerme sentir por un instante, la ilusión de que el fuego no se había apagado. Quien sabe, tal vez también yo consiga liberarme ...

Juliki (el no serigrafiado)

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Montaña de bolsillo



He vuelto a la infancia, al menos en parte. Me paso el día subido al tobogán y no es broma.
Tan pronto estoy arriba en la cúspide, dispuesto a comerme el mundo; como abajo, derrotado y con los pies en el charco, ese que suele formarse a final del columpio en las épocas de lluvia.
Soy incansable. Subo y bajo, de la euforia al derrotismo varias veces en el mismo día; como el crío que no puede perder un instante de deleite, pues sabe que en breve terminará la hora del parque y se afana por apurar el disfrute del tobogán.
No lo hago por placer, es mas bien un suplicio. Al acabar el día la sensación es agotadora, frustrante, desquiciante ...
Surge sin mas. Es el resultado de mi lucha entre el estoy y el quiero ser. Ese afán por salir del agujero mental y emocional en el que me encuentro atrapado que me obliga a seguir intentándolo.
Subo por la escalerilla metálica, con el resuello entrecortado y a veces a la mitad me parece imposible ir mas allá, aprieto los dientes, continuo, llego arriba y sonrío con satisfacción. Es tan solo un segundo, luego el descenso, preludio que anuncia el calvario de la nueva ascensión.
Voy perdiendo, lo se, como va perdiendo su color la rampa por la que deslizo en la caída, hasta quedar brillante, pulida, sin rastro alguno del verde, rojo o azul originarios. ¿pero que opción me queda?
Tal vez debería cambiar de columpio, buscar otro mas acorde a mis necesidades: mas simple, mas tierno, tal vez ...

Juliki (Castigado en el parque)

martes, 17 de noviembre de 2009

Adoptando una postura

Leo y a veces eso me hace reflexionar, otras tan solo me entretiene.

"... el mundo está dividido entre los que son y los que tiene, o entre los que quieren ser y los que quieren tener. Ahí está, la gran raya que separa a los seres humanos en dos grupos de dimensiones muy distintas. Hoy el mundo gira en torno a tener, se enseña a la gente a ser propietaria de cosas y a crecer por delante o por encima de los demás. A sentir miedo a perder lo que se tiene y a que otro te lo quite ..."
Javier Zuloaga


Me gustaría llegar a ser, lo intento pero la duda me asalta y me pregunto:
¿Tiene sentido ser en el mundo del tener?
¿Se puede llegar a ser sin tener o teniendo es mas fácil ser?
¿Si se pierde el miedo a perder el tener ya se es?
¿Como sería un mundo en torno al ser?

Juliki (Cuestionándose todo)

lunes, 16 de noviembre de 2009

Ilusiones errantes



Busco consuelo al desanimo, pero no lo hallo. Aunque no tengo aliento me desplazo hasta ti, pero tu no estás, has salido; la fatiga te hizo partir. Escruto mi entorno en busca de un brazo amigo que me de un impulso, un aliento y solo atisbo ausencias. Hoy necesitaba y no encontré, al menos no eso que quería. Hago recuento de afectos y acabo pronto, demasiado pronto.Regreso lento, saboreando cada paso, buscando entre las sombras que me acompañan. Unos pasos me adelantan, van dialogando en la distancia; su rumor queda eclipsado por el rebuzno de un móvil. Desciendo a los infiernos, pero antes devuelvo un saludo a un desconocido. ¿Cortesía, educación o deseos de entablar un nuevo contacto?
Llego a la plaza y se hace de noche dentro de la noche. Oscuridad para dar ambiente, los cuerpos de seguridad se agazapan en la penumbra. Cumplen su misión, estar para que otros no estén.
Atravieso mis propias tinieblas y a tientas llego al portal. Escalo hasta la cúspide, hago callar la sirena y cierro de un portazo, como intentando dar por clausurada la jornada. Pero aun queda algo por hacer, miro al espejo que me devuelve una sonrisa sin retoques. Constato la realidad: Todo sigue igual.
Ahora ya puedo ir a la cama a reiniciar el ciclo; curiosa manera de perpetuar los errores de la especie.


Juliki (a solas)

jueves, 12 de noviembre de 2009

Mitos superfluos



Anochece pronto, demasiado pronto. La luz nos abandona y el frío incipiente anima a recluirse en casa. Sentado en mi habitación veo el salón, la cocina y si me sitúo en escorzo incluso atisbo la puerta del baño. Es mi pequeño refugio, una buhardillita de 27 metros cuadrados, ni tan siquiera los 30 que preconizaba cierta ministra. Es suficiente, para mi, casi un lujo. Si, ya se que a muchos les horrorizaría un espacio tan nimio, la claustrofobia atacaría a otros tantos y solo una pequeña minoría podría concebir que esto sea mi hogar, que me guste, que no aspire a mas.
Todos queremos mas, siempre mas y mejor, cueste lo que cueste; vivimos casi, solo para poseer algo nuevo, mas grande mas rápido ... ¿pero para que? ¿necesitamos tanto?
Soy de familia humilde, durante años, en casa de mis padres, dormí en el salón acompañado de mi abuela. No era el súmmum de la comodidad, pero allí crecí y fui dichoso. Después compartí piso, tuve habitación propia, seguí ampliando mis horizontes y me sentí afortunado. Ahora mis posesiones han aumentado, disfruto de mi espacio ... En el la lluvia no me cala, reposo mis heridas y cuando la adversidad me azota corro a guarecerme. Es cierto que a veces se me amontonan los miedos, se me acumulan las dudas y no cabemos todos. Entonces abro dos ventanas, creo corriente y dejo que se escapen, para poder empezar a recopilar de nuevo. Esta vez, ilusiones renovadas, sueños tentadores... fragmentos de vida.
Al final nos sobra casi todo. Tal vez porque uno es lo que vive, no lo que tiene.


Juliki (enclaustrado)

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Película de irrealidad



Hoy la palabra se encasquilla, las ideas se demoran y nada parece fluir. En estos casos lo mejor sería asearse, hacer la maleta y partir. Para la ocasión el equipaje debería ser somero, liviano: El propio cuerpo, una muda de repuesto, un libro intranscendente, el cepillo de dientes y decisión ...
El destino no preocupa, lo importante es el regreso; pero para poder volver es necesaria una única condición: No pensar en el trayecto.
Salgo a la calle y me asalta un recuerdo que esquivo aliviado, después, desecho alegremente incipientes ideas. Doblo la esquina y un pensamiento me encara, a mi espalda otro acecha, a los lados se agolpan; estoy rodeado. Cierro los ojos, aun puedo escucharlos, echo a andar, los atravieso, camino rápido y su presencia muta en ausencia. Me paro fatigado por el esfuerzo, sonrío, lo he conseguido. Por un momento pensé que no podría evitarlos.
Busco el camino de vuelta y todo se torna ajeno. Creo que hoy, tampoco nadie me lo agradecerá ...


Juliki (de transición)

lunes, 9 de noviembre de 2009

Rescatado del olvido X



La navidad se nos viene encima un año mas. Para mi es una época repelente llena de falsedad e hipocresía, que soporto a duras penas . No obstante recuerdo de cuando era un crío esa ilusión de la noche de reyes, aunque siempre asociada a la desilusión del día después. No obstante ese desencanto reiterado forjo en mi un afán reivindicativo que aun hoy perdura y que me incita a seguir reclamando lo que nunca tuve. Por ello este año me animo a escribir mi carta a los reyes.

Reyes supuestamente magos:

Disculpad la duda y que no os trate de querido, estimados o sus majestades … pero mi inocencia infantil se ha ido sustituyendo por la incredulidad del adulto.
Tenía ya ganas de volver a escribiros para pediros otra vez algo. Esta vez no son objetos materiales y tangibles, aunque tal vez sean mas pesados y complicados de traer para vosotros … son explicaciones.
Como ocurrió en el pasado no tengo ninguna fe en recibir lo que pido, seguro que en esta ocasión al mirar mis regalos encuentro ausencias, silencios, excusas … Pero iba siendo hora de romper mi propio silencio y pediros que me aclarareis porque nunca recibí todos esos regalos que, desde mi egoísmo de niño, ya consideraba míos.
No recuerdo como ni cuando empezó todo; es lo que tiene la niñez, uno va enterrando bajo capas de olvido los momentos amargos en un afán por superarlos y crecer. No obstante tengo una larga lista de regalos ansiados, cuya ausencia reiterada, condeno muchos de mis sueños al limbo de las ilusiones perdidas. No voy a enumerarlos todos (no acabaríamos nunca), pero si algunos, los mas llamativos:
LA BICI: ¿Qué niño no ha tenido una bici de pequeño? No creo que sean muchos pero lo que sé con absoluta seguridad es que yo soy uno de ellos. Si, claro que me trajisteis el triciclo cuando yo aun no tenia ni edad para pedirlo. Conservo un recuerdo claro de como mi hermana mayor se montó en él y ante mi atónita mirada el sillín se calló hecho trizas … Mi padre hizo un apaño y es cierto que se podía usar el triciclo unos minutos antes de que el sillín empezara a deslizarse y uno acabara con el culo en el suelo y el triciclo campando alegremente a su libre albedrío … ¿Os podéis imaginar la frustración de un niño de 42 años que no ha tenido bici ni sabe montar en ella?. Pues existe y soy yo … Hace 13 años decidí vencer el trauma y ahorré … No me llegó para una bici y me compré un monociclo … Eso no iba a detenerme. Fue duro el aprendizaje, pero tenía una meta: demostraros que era capaz de cualquier cosa … Hoy se montar en monociclo ( en bici no ), a pesar de vuestras trabas, a pesar de vosotros …
BARCO PIRATA DE LOS CLICK: Ante su reiterada ausencia llegué incluso a pensar que los reyes solo trabajaban con la competencia y osé pediros el barco de los arganboys. Creo que no era pirata pero me daba igual , ya les pintaría yo el parche en el ojo a los muñecos. Llegó el argamboys (uno) y yo me metí raudo bajo el sillón ¡tenía que estar allí! ¿Qué haces? Preguntó mi padre. Buscar el barco y la tripulación que con tanto jaleo se las han debido de caer al suelo … Como imagináis allí no había nada, me senté con mi argamboys a imaginar tremendas batallas navales … estaba acostumbrado.
BALóN DE REGLAMENTO: En mi barrio tener un balón de reglamento era la garantía de jugar en el equipo de fútbol, aunque fueras el mas torpe jugador. Yo era bastante malo y necesitaba el balón como pasaporte al juego con los demás. Pero una y otra vez vosotros me traíais un balón de esos de plástico que servía para ser el centro de las burlas de los demás y me condenaba al ostracismo, a la soledad y … al banquillo.
Recuerdo otra vez que al llegar al salón no había nada de lo que había pedido pero me encontré una metralleta de colores atrayentes. Fui corriendo a cogerla por si era un error y alguien la reclamaba como suya ¡Algo es mas que nada! pero al cogerla se separó en dos trozos. Yo la miré pensando “joder es desmontable”. Mi padre se acercó apesadumbrado y me dijo. Lo siento hijo, esta algo estropeada; no la vi y me senté encima, pero aun puedes jugar con ella y es bonita … Me eché a llorar, mi padre me consoló, pero él no podía entender que en el fondo yo no lloraba por el juguete roto, sino por la nueva desilusión, ante la ausencia de los regalos pedidos. Yo me había portado como un campeón, obediente, bueno, responsable, estudioso … porque entonces los reyes me pagaban con la moneda de la indiferencia, ignorando mis peticiones.
Podría seguir con el exin castillos o el scalectrix pero no quiero extenderme porque … la historia se repite.
Empecé a pensar que vuestra magia consistía en eso de nada por aquí, nada por allá … Nada. Bueno nada no: Pantalones, calcetines, calzoncillos … Todo muy útil, pero … poco valido para el juego. No obstante me las ingenié, trasformé la grapadora en una nave espacial, las chinchetas en mini peonzas … y jugué.
Como debo ser justo también reconozco que de todas las peticiones hay un regalo por el que os debo una disculpa: el madelman con pies. Ahora se que era cosa de los fabricantes y no vuestra; pero comprenderéis que un niño de 6 años lleno de fantasía no pueda comprender que los reyes (magos para mas INRI) no sean capaces de ponerle unos putos pies al madelman; y que año tras año me tocara a mi hacérselos de plastelina para mantenerlo de pie cuando se le quitaban las botas …
Deberíais pensar en el lema de los centros comerciales … Sino queda satisfecho le devolvemos su dinero … Pero ¿como resarcirme de las ilusiones truncadas año tras año?. Las ilusiones se cumplen o con el tiempo se pierden, no hay marcha atrás .
No obstante os cuento esto sin malos rollos, desde el adulto con pies de niño que soy, con la generosidad del que regala el perdón para que podáis por fin descansar aliviados y dormir con la conciencia lavada, que no limpia. Ya esta olvidado y perdonado; aunque, ahora que lo pienso, no vendría mal un último esfuerzo por vuestra parte … Pongamos por ejemplo un euromillón premiado de máxima categoría. Y para que veáis mi buena voluntad y mi afán de reconciliación yo relleno y pago el boleto. Vosotros hacéis el resto: Cumplir la ilusión de que mis números sean los ganadores … Je je.
¿O es mucho pedir?.
No quiero que suene a amenaza, pero si me volvéis a fallar igual me paso a la competencia; aunque visto lo visto, igual tampoco es muy de fiar …

Lo que queda del ninio Juliki.

P.D. Con el euromillón es suficiente. Olvidaros del resto de las cosas pendientes y sobre todo de la bici. Ya no la quiero y además no me cabe en casa, no vaya a ser que el remordimiento os haga cagarla de nuevo …

sábado, 7 de noviembre de 2009

Apoyo consecuente


Imágenes que pasan, como el tiempo. Esperas interminables y olvidos, siempre olvidos, una vez mas. Quería centrarme y me descentré. Quería relajarme y me tensé. Pronóstico para el día: Tiempo para pasear, reflexionar, descansar y ...
Suena el teléfono y lo que importaba ya no importa. Se acabó lo planeado. Toca apoyar, acompañar, escuchar, tranquilizar... y olvidarse de uno.
Paradojas malditas que arrinconan lo propio para preservar lo ajeno; cuando uno necesita ser toca estar. Para que otro sea.
¿Y ahora que? Necesito lo que no tengo y cuando intento buscar para tener, toca sacar el remanente de generosidad y repartir lo poco que queda. Satisfecho por hacer lo que debo aunque eso me conduzca a esta sensación de insatisfacción. De nuevo paradoja, vida de contradicción perpetua. ¿Vida?
Me siento como la imagen. Proyecto de juego, de ilusión infantil que se transforma en vacío, abandono y soledad.
Mañana será otro día o no será.

Juliki ( a disposición de todos menos de uno)

jueves, 5 de noviembre de 2009

Bucear parapetado



Desde hace unos días estoy convencido que me estoy convirtiendo en un buzo. No digo submarinista, ni hombre rana, digo buzo; de los de antes, con escafandra, pies de plomo y un tubo embrionario que te une a la superficie y te aporta el oxigeno necesario para poder seguir respirando.
Y así de esta guisa, cada mañana salgo a la calle, voy al trabajo, hago la compra y me relaciono con mis semejantes (personas quiero decir, porque no me encontré aun con buzo alguno).
No es sencillo desplazarse fuera del agua así pertrechado, todo trascurre ralentizado, a una velocidad tan inusualmente lenta que da tiempo a rumiar los pensamientos como si flotaran en tu propia cabeza. El sonido se percibe como almohadillado, con una especie de eco que le confiere una lejana procedencia; y la vida parece desplazarse ante uno como si se tratara de una fascinante película, pero eso si, vista desde el interior de la pantalla del televisor.
Es curioso, es como estar aislado del resto, pero a la vez contemplando el entorno con nitidez, al alcance de la mano; como cuando uno se allá en el fondo del océano e intenta acariciar ese pececillo cercano que siempre se escapa. Estar sin ser, pero aparentando estar ...
Yo me sorprendo de que nadie me diga nada, ya se que no ven traje, a decir verdad, yo tampoco, pero se que esta ahí, lo siento, lo sufro, me condiciona. También he de decir que me protege, me aísla de las colisiones mundanas, me inmuniza de mi mismo, me preserva de los tiburones urbanos...
Todo sería mas llevadero si no existiera el inconveniente del tubo. No, no me limita su longitud, pues parecería infinito. El problema es el suministro de oxigeno, y es que me da a mi que en algún lugar un cabronazo se entretiene pisando el tubito, reduciendo el flujo; por eso casi no escribo, soy presa de esta anoxia intermitente que me deja rendido.
Se que debería volver a la superficie, a la vida y dejar de sumergirme en la nada, pero se acerca la navidad y hay que protegerse, andar con pies de plomo para sobrevivir, un año mas, a su vorágine.


Juliki ( con la escafandra a cuestas)

lunes, 2 de noviembre de 2009

Paredes parlantes


El silencio es a veces una de las formas mas sofisticadas de la mentira.
Enrique de Hériz
Juliki (con cierto mutismo)

domingo, 1 de noviembre de 2009

Refundar el desconcierto



Estar a la espera, ser el suplente de tu propia vida. Sentarse en el banquillo a esperar sin creer en las propias oportunidades. Esas que no han de llegar.
Así pasan los meses y uno piensa en hablarlo, pero nunca es el momento de decir "no puedo mas". Se sigue adelante, por inercia, porque algo hay que hacer; y mientras la vida pasa de largo. Uno la deja escapar ...
Pero siempre hay un momento para retomar el control, hacer burlas al destino y recomenzar.
Reconstruirse, reinventarse, resurgir, renacer, revivir, reaccionar, reactivarse, realizarse, reavivar, reaparecer, rebrotar, reconvertirse, recuperar, regenerarse, regresar, rehabilitarse, reiniciar, remediar, remodelar, remozar, renovarse, repararse, reponerse, repuntar, rescatar, resetear, resolver, responder, restablecerse, restituirse, retornar, resucitar, revitalizarse, redescubrirse, recomponerse ...
Recomencemos, aunque sea repetirse, que siempre es mejor recaer que rendirse.

Juliki (reanudando la reflexión)