lunes, 9 de noviembre de 2009

Rescatado del olvido X



La navidad se nos viene encima un año mas. Para mi es una época repelente llena de falsedad e hipocresía, que soporto a duras penas . No obstante recuerdo de cuando era un crío esa ilusión de la noche de reyes, aunque siempre asociada a la desilusión del día después. No obstante ese desencanto reiterado forjo en mi un afán reivindicativo que aun hoy perdura y que me incita a seguir reclamando lo que nunca tuve. Por ello este año me animo a escribir mi carta a los reyes.

Reyes supuestamente magos:

Disculpad la duda y que no os trate de querido, estimados o sus majestades … pero mi inocencia infantil se ha ido sustituyendo por la incredulidad del adulto.
Tenía ya ganas de volver a escribiros para pediros otra vez algo. Esta vez no son objetos materiales y tangibles, aunque tal vez sean mas pesados y complicados de traer para vosotros … son explicaciones.
Como ocurrió en el pasado no tengo ninguna fe en recibir lo que pido, seguro que en esta ocasión al mirar mis regalos encuentro ausencias, silencios, excusas … Pero iba siendo hora de romper mi propio silencio y pediros que me aclarareis porque nunca recibí todos esos regalos que, desde mi egoísmo de niño, ya consideraba míos.
No recuerdo como ni cuando empezó todo; es lo que tiene la niñez, uno va enterrando bajo capas de olvido los momentos amargos en un afán por superarlos y crecer. No obstante tengo una larga lista de regalos ansiados, cuya ausencia reiterada, condeno muchos de mis sueños al limbo de las ilusiones perdidas. No voy a enumerarlos todos (no acabaríamos nunca), pero si algunos, los mas llamativos:
LA BICI: ¿Qué niño no ha tenido una bici de pequeño? No creo que sean muchos pero lo que sé con absoluta seguridad es que yo soy uno de ellos. Si, claro que me trajisteis el triciclo cuando yo aun no tenia ni edad para pedirlo. Conservo un recuerdo claro de como mi hermana mayor se montó en él y ante mi atónita mirada el sillín se calló hecho trizas … Mi padre hizo un apaño y es cierto que se podía usar el triciclo unos minutos antes de que el sillín empezara a deslizarse y uno acabara con el culo en el suelo y el triciclo campando alegremente a su libre albedrío … ¿Os podéis imaginar la frustración de un niño de 42 años que no ha tenido bici ni sabe montar en ella?. Pues existe y soy yo … Hace 13 años decidí vencer el trauma y ahorré … No me llegó para una bici y me compré un monociclo … Eso no iba a detenerme. Fue duro el aprendizaje, pero tenía una meta: demostraros que era capaz de cualquier cosa … Hoy se montar en monociclo ( en bici no ), a pesar de vuestras trabas, a pesar de vosotros …
BARCO PIRATA DE LOS CLICK: Ante su reiterada ausencia llegué incluso a pensar que los reyes solo trabajaban con la competencia y osé pediros el barco de los arganboys. Creo que no era pirata pero me daba igual , ya les pintaría yo el parche en el ojo a los muñecos. Llegó el argamboys (uno) y yo me metí raudo bajo el sillón ¡tenía que estar allí! ¿Qué haces? Preguntó mi padre. Buscar el barco y la tripulación que con tanto jaleo se las han debido de caer al suelo … Como imagináis allí no había nada, me senté con mi argamboys a imaginar tremendas batallas navales … estaba acostumbrado.
BALóN DE REGLAMENTO: En mi barrio tener un balón de reglamento era la garantía de jugar en el equipo de fútbol, aunque fueras el mas torpe jugador. Yo era bastante malo y necesitaba el balón como pasaporte al juego con los demás. Pero una y otra vez vosotros me traíais un balón de esos de plástico que servía para ser el centro de las burlas de los demás y me condenaba al ostracismo, a la soledad y … al banquillo.
Recuerdo otra vez que al llegar al salón no había nada de lo que había pedido pero me encontré una metralleta de colores atrayentes. Fui corriendo a cogerla por si era un error y alguien la reclamaba como suya ¡Algo es mas que nada! pero al cogerla se separó en dos trozos. Yo la miré pensando “joder es desmontable”. Mi padre se acercó apesadumbrado y me dijo. Lo siento hijo, esta algo estropeada; no la vi y me senté encima, pero aun puedes jugar con ella y es bonita … Me eché a llorar, mi padre me consoló, pero él no podía entender que en el fondo yo no lloraba por el juguete roto, sino por la nueva desilusión, ante la ausencia de los regalos pedidos. Yo me había portado como un campeón, obediente, bueno, responsable, estudioso … porque entonces los reyes me pagaban con la moneda de la indiferencia, ignorando mis peticiones.
Podría seguir con el exin castillos o el scalectrix pero no quiero extenderme porque … la historia se repite.
Empecé a pensar que vuestra magia consistía en eso de nada por aquí, nada por allá … Nada. Bueno nada no: Pantalones, calcetines, calzoncillos … Todo muy útil, pero … poco valido para el juego. No obstante me las ingenié, trasformé la grapadora en una nave espacial, las chinchetas en mini peonzas … y jugué.
Como debo ser justo también reconozco que de todas las peticiones hay un regalo por el que os debo una disculpa: el madelman con pies. Ahora se que era cosa de los fabricantes y no vuestra; pero comprenderéis que un niño de 6 años lleno de fantasía no pueda comprender que los reyes (magos para mas INRI) no sean capaces de ponerle unos putos pies al madelman; y que año tras año me tocara a mi hacérselos de plastelina para mantenerlo de pie cuando se le quitaban las botas …
Deberíais pensar en el lema de los centros comerciales … Sino queda satisfecho le devolvemos su dinero … Pero ¿como resarcirme de las ilusiones truncadas año tras año?. Las ilusiones se cumplen o con el tiempo se pierden, no hay marcha atrás .
No obstante os cuento esto sin malos rollos, desde el adulto con pies de niño que soy, con la generosidad del que regala el perdón para que podáis por fin descansar aliviados y dormir con la conciencia lavada, que no limpia. Ya esta olvidado y perdonado; aunque, ahora que lo pienso, no vendría mal un último esfuerzo por vuestra parte … Pongamos por ejemplo un euromillón premiado de máxima categoría. Y para que veáis mi buena voluntad y mi afán de reconciliación yo relleno y pago el boleto. Vosotros hacéis el resto: Cumplir la ilusión de que mis números sean los ganadores … Je je.
¿O es mucho pedir?.
No quiero que suene a amenaza, pero si me volvéis a fallar igual me paso a la competencia; aunque visto lo visto, igual tampoco es muy de fiar …

Lo que queda del ninio Juliki.

P.D. Con el euromillón es suficiente. Olvidaros del resto de las cosas pendientes y sobre todo de la bici. Ya no la quiero y además no me cabe en casa, no vaya a ser que el remordimiento os haga cagarla de nuevo …

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