jueves, 31 de diciembre de 2009

Mundo de Minucias


A veces la diferencia entre la estabilidad y el desequilibrio radica en las cosas insignificantes que nos rodean. Su pequeño aporte es lo que convierte una existencia placida en un calvario, transforma la ilusión en desencanto y hace que la alegría se ensombrezca. Este tiempo atrás la balanza se inclino hacia ese lado triste y menos satisfactorio; pensé en trucarla para cambiar mi suerte, pero eso sería engañarse y no evitaría el desencanto interior. Pasamos página y hacemos, buenos propósitos, nuevos proyectos, para el año que se aproxima. Como si de un manotazo se pudiera borrar lo que ayer era parte de nuestra realidad. Es un intento por seguir, por rescatar ilusiones y retomar el rumbo hacia algo mejor. Es loable la intención, pero no debemos olvidar que lo que ayer era un lastre, sigue en la maleta, escondido, oculto; de nada vale negar su existencia e intentar olvidarlo. Esta en nuestro equipaje y nos acompaña. Es cierto que uno puede cambiar, abandonar sus pertenencias y renacer sin las trabas del ayer; pero romper con todo, vivir una nueva vida, no borra las cicatrices que dejó la anterior. Por eso hoy, día de estrenos ficticios, de rupturas imaginarias y de efímeras esperanzas de cambio. No tenderé al autoengaño, a esa autocomplacencia a la que nos arrastran los brindis tras las campanadas y me planteo un único y simple objetivo: Seguir saboreando menudencias. Dulces o amargas, saladas o insípidas, las que acontezcan. Porque hay que cultivar el paladar, sea cual sea el regusto que nos deje la vida …

Juliki (sin engaños autoinflingidos)

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Vertigo de la espera



Me siento en un banco. A esperar. A contemplar como pasan otros con su vida acuesta, parecen tener un rumbo aparentemente claro y decidido. Circulan mientras yo permanezco allí, languideciendo, soportando la existencia, versión inocentada que me corresponde vivir. En realidad no es así, no me ha tocado en un sorteo; la he ido forjando yo, con mi dejadez, con mi apatía de las últimas fechas y mi resignación no cristiana, pero resignación a fin de cuentas.
Veo envidioso sus pies ágiles dirigirse vigorosos hacia un destino; traslado mi mirada huidiza a mis ajadas botas, esas compañeras pulcras pero inertes, fatigadas de girar sin rumbo.
Harto de lamentos me levanto decidido y comienzo a caminar. No he descubierto mi destino, nada de eso, tan solo me alejo, huyo una vez mas ...

Juliki ( a la fuga)

viernes, 25 de diciembre de 2009

Lamparón de la Humanidad



No me gusta la Navidad. Me parece una época en la que los seres humanos, amparándonos en el supuesto amor fraterno, mostramos el mas alto grado de cinismo e hipocresía. Nos rasgamos las vestiduras ante la pobreza y simultáneamente entramos en una espiral de consumismo y excesos que contradicen esas supuestas buenas intenciones que nos embargan en estas fechas.
Siempre me ha parecido que en una especie de lavado de imagen, en un intento por apaciguar nuestras conciencias, estos días se habla de los desfavorecidos, de los que sufren el desamparo, las carencias cotidianas, para luego lanzarnos a la carrera a ese sinsentido de la compra de viandas sobrevaloradas, a la búsqueda de regalos innecesarios y al consumir como si nos sobrará. Hipocresía sin excepción a la que todos contribuimos desde nuestra afortunada posición de beneficiarios del primer mundo. Somos unos privilegiados, por eso tal vez sería bueno dejar de mirarnos el ombligo y pensar en romper esa escalada de derroche, que la navidad parece contagiarnos. Lo único bueno de la navidad es que al final, se acaba.

Juliki (descontando días)

martes, 22 de diciembre de 2009

Oir soñar a los demás



Vivimos de ilusión. Bueno también comer y beber aportan algo a nuestra existencia, pero solo a nivel de mantenimiento. El autentico combustible de la maquinaria de nuestra vida son los anhelos, deseos, proyectos y esperanzas que uno acaricia cada mañana con la intención de capturar y llegar a realizar a lo largo de la jornada. A veces son menudencias sin aparente repercusión, otras sueños de grandeza inalcanzables.
Entre tanto, nos afanamos por subsistir y para ello alquilamos nuestra fuerza productiva a cambio de un salario y en eso aparcamos muchas de nuestras aspiraciones y concentramos nuestras ansias de cambio en algo material, como esa lotería que nos liberará del yugo y nos permitirá retomar nuestros sueños.
Los días pasan y con ellos la vida se nos evapora; mientras continuamos atrapados en el espejismo de una remota posibilidad que nos mantiene prisioneros de la resignación.
La lotería paso de largo para la mayoría, volvemos a la realidad y aunque no es malo intentarlo de nuevo, no deberíamos únicamente abandonarnos a esa suerte etérea. Que sea una posibilidad mas, si, pero a la vez sigamos siendo dueños de nuestros sueños y vivámoslos cada mañana ...

Juliki (renovando papeletas)

lunes, 21 de diciembre de 2009

Saborear una sonrisa



El frío perjudica seriamente la salud. No me refiero a que si te descuidas y no te abrigas, vas y te resfrías; se te cae el moco y te ataca alguna de esas gripes (de la A a la Z). Eso también, pero ese suele ser un mal pasajero, leve y que tiene cura. Mas grave y con peor solución es el desajuste mental-emocional que el frío suele ocasionar, al menos a mí y al que no le encuentro solución alguna.
Me gusta pasear con los ojos abiertos y en mis recorridos, me esmero por capturar alguna que otra sonrisa, esquiva, estridente, triste ... Todas valen, porque aunque no sepa explicarlo, todas y cada una, sin ir dirigidas a mi, me reconfortan. Por eso, estos días de frío intenso, en los que andamos embozados, parapetados tras bufandas, estolas, fulares ..., me veo huérfano de risas, falto de carcajadas, carente de rostros risueños. Y eso me ocasiona languidez de espíritu, marchita mi animo y me predispone a esa enfermedad sin cura que es la melancolía.
Hoy no tuve suerte, la nieve congeló los rostros, los transformó en muecas ocultas y no me quedó otra que paladear sonrisas imaginarias ...

Juliki (ansiando una sonrisa)

domingo, 20 de diciembre de 2009

Miradas de niebla




"...y decirle sobre todo, que no se fuera, que no saliera de mi vida, que estuviera siempre a mano para cuando yo desease por fin ser feliz ..."


Juliki (recordando frases de otros)

sábado, 19 de diciembre de 2009

Encrucijadas de melancolia.



Parece como que uno debería ser feliz, o al menos aparentarlo en todo momento. Cualquier otro sentimiento distinto a la felicidad suele considerarse como un síntoma de anomalía, perturbación o enfermedad.
Pues me parece bien pero va a ser que no. Yo, en general soy triste, nostalgico o melancólico, como prefiráis; y no por ello estoy enfermo ni soy raro. ¿O tal vez si?
A veces me levanto afligido, alicaído; como abatido o apenado sin razón aparente. Se que esta mal visto salir así a la calle y encarar la vida. Por eso algunos días me pongo la mascara neutra del "no pasa nada" y me mezclo con los demás intentando pasar inadvertido. Otros días en cambio voy de mustio; cabizbajo y cariacontecido. No es una pose, es mi estado de animo preponderante. Esos días me limito a pensar, sentir e interpretar lo que percibo en mi, a vivirlo. Si estoy desecho, desolado, descorazonado o derrotado no puedo evitarlo y aflora en mi semblante, acompaña mis ideas y se plasma en mis escritos. Uno tiene derecho a estar atribulado, compungido y consternado por lo que le rodea, sobre todo si no es como lo soñó.
También me gusta reír y disfrutar de las cosas y las personas como al que mas, ansío esos instante de regocijo; y cuando llegan me entrego con deleite y fervor a su gozo.
La vida tiene momentos para todo. Nos enseñan a buscar y vivir para los instantes felices, pero nadie se molesta en que aprendamos a convivir con nuestras tristezas.
Yo, cuando llegan, ya no huyo de ellas. Me siento a su lado y charlamos, tal vez por eso, a veces se quedan mas tiempo ...


Juliki (de natural aliquebrado y soledoso)

lunes, 14 de diciembre de 2009

Ensoñación irreal


Me gusta dilatar el tiempo, estirarlo hasta que su transcurso no importe. Ayer lo conseguí, el día no tuvo 24 horas duró mucho mas. Nada tenía prioridad, los acontecimientos, las acciones se sucedían en un flujo natural, sin atropellarse como habitualmente ocurre. La parsimonia y el sosiego fueron reyes por un día y marcaron el ritmo de mi existencia. No fue nada especial, comer, leer, descansar ... pero me dejó un regusto de satisfacción, como si la ensoñación tuviera cabida en mi vida e incluso pudiera atisbar un mañana aun mejor.
Hoy debía ser un día de ilusión, pero se truncó. La vida vuelve a ser simplemente real: rutina, prisas, tristezas, fantasmas que sobrevuelan ... No queda nada de ayer, el famoso regusto ha sido sustituido por el sabor de la pasta de dientes. Game over. Mañana mas.

Juliki (viviendo el nada cambia)

sábado, 12 de diciembre de 2009

Gélido porvenir



Días que se amontonan como trastos viejos, insustanciales, inservibles ... que se van apilando en el desván de mi vida; transcurren sin mas.
Rompo la rutina precaria que constituye mi presente cotidiano y salgo a pasear, despacio, sosegado, saboreando el desaliento.
El frío me insensibiliza, frío externo e interno a la vez. Aun así, dentro, esas sensaciones enquistadas que plantean preguntas irresolubles no dejan de crecer, ajenas a la temperatura, ajenas a mi.
No escribir como terapia circunstancial para que los problemas no existan. Remedio sin efectividad alguna. Porque no escribir no exime de pensar, aunque alimente la ilusión de pensar menos.
Escribir no es tampoco panacea alguna, pero al menos atenúa los síntomas y trasmite esa sensación del placebo, como si al compartirlo públicamente uno se desprendiera de ello.
Me planteo dejar de pensar y ... descubro que hay cosas que son imposibles de aprender; viajan fundidas a nosotros, a lo que somos.
¿Que hacer?
Escribo pues. Balbuceo ideas que flotan en mi confusión, sin mas objetivo que seguir, sin rumbo ...
El paseo de hoy finaliza. En casa, pegado al radiador, parte del frío continua en mí.

Juliki (congelado en vida)

sábado, 5 de diciembre de 2009

Aceptar lo inevitable



El mañana se actualiza y cuando quieres disfrutarlo es ya el ayer. Vuelvo a mí, a analizar las secuelas de mi particular guerra perdida. En otro momento podría pensar en resucitar en renacer cual ave fénix ... Ahora me visualizo las heridas y no veo como taponarlas para sobrevivir, para evitar desangrarme. ¿De que coño filosofa ahora este, os preguntareis? Me explico.
Hace unos días pagué la nueva derrama de obras de mi Comunidad. No ha sido sencillo decidirme a hacerlo. No es que no tuviera el dinero, lo tenía. El problema era la duda que me corría: ¿Debía hacer el pago sin mas o invertir el dinero en algo que me pudiera resarcir de la injusticia a la que me van a someter mis vecinos?
Escuche a mi corazón, a mis sentidos (incluido el de la justicia), a mis instintos, a mi supuesta sensatez y, ¡hay que joderse! por primera vez en la vida todos coincidían. Unanimidad plena. Todos me gritaban "Tienes que comprarte la recortada y visitar a tus vecinos, uno a uno ..., por última vez... ".
Si, ya se que después de varios días sin escribir, sin contar nada, debo pareceros un trastornado peligroso, un desalmado sin escrúpulos dispuesto a exterminar a sus semejantes, a los pobres ancianitos que viven en mi edificio.
Pues no lo soy. Da la puta casualidad que esos inocentes seres de avanzada edad, de débil apariencia, de amabilidad simulada, son un atajo de lobos disfrazados de cordero. Son egoístas, arbitrarios, injustos, insolidarios, peseteros y para colmo, tontos, ignorantes y malas personas.
Hace unos meses cuando empezamos las obras de rehabilitación de la finca tuve que abandonar mi casa, en principio iba a ser por un mes, al final fueron cuatro; eso si, me garantizaban que no tendría que volver a abandonarla. He sido el vecino que mas tiempo permaneció fuera de su hogar. Cuatro interminables meses que logré superar a duras penas. Pero volví y pude disfrutar de las reformas comunitarias y de las mías propias, que aprovechando la coyuntura realicé. Me gasté mis escasos ahorros pero mereció la pena. Parecía que al menos el tema casa quedaba saldado y tenía una preocupación menos en mi vida pero ... El Miércoles anterior, tras la operación de mi madre tuve reunión de vecinos, no era lo que me apetecía, pero fui. No tengo palabras para describir lo allí ocurrido.
La historia es larga, pero intentaré resumirla. El nuevo presidente es uña y carne del constructor, entre ambos consiguieron a base de comerle la oreja a los abuelitos de mi finca, echar a la anterior arquitecta, que vigilaba con el máximo celo que el constructor no se aprovechara de la Comunidad. El nuevo arquitecto tiene manga ancha y deja hacer al constructor. La opinión del constructor, se impone avalada por el presidente que levanta el brazo y propicia el movimiento títere de la mayoría de los vecinos. Yo intento razonar y en la discusión muchos apoyan mis argumentos, pero llegada la hora de votar vuelven al redil. Para mi es incomprensible ver votar a alguien lo contrario de lo que ha estado apoyando verbalmente dos segundos antes; pero la historia se repite una y otra vez. Votación tras votación.
Ahora el constructor ha decidido ganar mas dinero y para ello ha planteado que hay que rehacer la cubierta del edificio.
De nada ha servido que el tejado este en perfecto estado, que no hayamos tenido goteras en los últimos diez años, que nos vaya a costar 18.000 €, que exista un informe del anterior arquitecto avalando el perfecto estado de la cubierta, que así opinara también el nuevo arquitecto en un principio... Pero si hay mas obra todos ganan, el constructor cobra mas, el arquitecto aumenta sus ingresos, a los vecinos se les reforman su baños y cocinas a cargo de la Comunidad y el presidente ... ¡Todos no! porque hay algunos damnificados y concretamente uno sobremanera Ese soy yo. No necesito contaros como termino la votación sobre la cubierta …
A pesar de todo lo anterior soy un tipo racional y al final me he resignado, he pagado, he apaciguados a las fieras que habitan en mi y me dispongo, una vez mas, a disfrutar de las prebendas que me otorga el hecho de ser el tonto del pueblo, de la Comunidad en este caso.
Dentro de unas semanas levantaran la cubierta, quitaran el tejado, joderan mi obra particular, me obligaran a mudarme por segunda vez en menos de un año, tendré seguramente que trasladar todas mis pertenencias a un guardamuebles cuyo gasto no querrán abonarme y destrozaran mi vida durante semanas, tal vez meses.
Por eso hay días que me levanto poseído por la idea de ahorrar, quizás aun este a tiempo de conseguir el dinero suficiente, comprar la recortada y ... Claro que así no podría tampoco disfrutar de mi casa, acabaría en la cárcel. Allí al menos tendría alojamiento y manutención gratis y, seguro que mis nuevos vecinos en prisión serían mas honestos que los que tengo ahora... sin ninguna duda.

Juliki ( encerrado en la impotencia)

viernes, 27 de noviembre de 2009

Momentos impagables



He dejado pasar unos días para que las emociones se asentaran, para recuperar el curso de una vida que no parece tal.
La pelea fue dura, aun duele la mano de apretar la toalla durante mas de tres horas, pero al final mereció la pena. Ganamos, a los puntos, pero ganamos. No podía ser de otra forma; la luchadora que me parió es rocosa y resistió el envite. Ahora su corazón, que es demasiado grande, tiene un nuevo compañero que le ayudará a no pararse. Aun estamos renqueantes, toca recuperarse. Ella, para que su vida vuelva a parecerse algo mas a la de antes, para que pueda volver a salir a la calle y pasear sin que cada movimiento sea un martirio que te deja sin aliento; y yo ... para intentar subirme a ese tren que se escapaba y que después de estos días parece alejarse aun mas.
Es curioso, estoy inmensamente contento por lo acontecido, por ver a mi madre que aunque dolorida, deja atisbar ese brillo de esperanza en sus ojos que me hace revivir.
Pero a veces la vida es cruel, y mientras me volcaba en su pelea, he perdido alguna guerra propia, de esas que me vuelven a situar al otro lado de la línea de lo que uno cree poder soportar.
Hoy no obstante, no hay lugar para la queja ni el lamento propio; hoy solamente tiene cabida estar pletóricos porque ella, la que me dio la vida, recupera su ilusión por vivir.
Mañana ...

Juliki ( solamente hijo)

martes, 24 de noviembre de 2009

Lugares sombríos


La bolsa esta preparada, todo dispuesto para partir. Última jornada antes del gran día. Hoy visitaremos relajadamente las instalaciones para ubicarnos, ya somos asiduos y conocemos el pabellón donde tendrá lugar la pelea, pero siempre esta bien revisar el cuadrilátero.
Mañana será otra cosa, concentración máxima y un único objetivo: Ganar.
Participar esta vez no es suficiente, esta demasiado en juego ...
Desde mi rincón me aferraré a la toalla, para no soltarla jamás y pelearé en silencio, porque hay batallas que aunque no sean propias uno las vive como tal ...

Juliki (incondicional)

sábado, 21 de noviembre de 2009

Ansiada liberación



Cuando todo se tuerce uno piensa que la cosa debe parar y no puede seguir empeorando, pero no siempre es así. No obstante en esas ocasiones, son las pequeñas cosas las que nos sacan, al menos un segundo, del mundo de las miserias propias para proyectarnos al de los sentidos reconfortantes.
Días atrás asistí a una exposición; estaba roto, en todos los sentidos y fui mas bien por acompañar a alguien al que, aunque seamos muy distintos y de mundos diferentes, aprecio mucho, incluso mas de lo que suelo reconocer. Le odio y le quiero a partes iguales y creo que él lo sabe, aunque me pase el día refunfuñándole como consecuencia de alguno de sus actos ...
Es un artista, piensa como tal; es un creador nato capaz de concebir una obra y ejecutarla en tiempo record, con la maestría del que tiene la certeza interior de que el resultado merecerá la pena. Tienes sus crisis creativas, sus atascos resolutivos, sus conflictos ¿Y quien no? Pero hasta ahora le he visto salir bastante airoso, seguir evolucionando y dando forma a su inquietud creadora. Continua su avance ...
Tomó prestado mi cuerpo de serie B y lo transformó en unas imágenes bellas, intensas, vivas ... Para alguien como yo, que últimamente parece al borde del colapso, mas cerca de vegetar que vivir, reconocerse en esas imágenes, verse encarnando ese Prometeo pletórico, fue un instante de emoción. Me quedé perplejo al verlas colgadas en la exposición. Eso también soy yo pensé, no solo el tipo anodino, apagado, parado y desilusionante en que poco a poco me parece ir convirtiéndome. Luego volví a la realidad, me ví reflejado en un cristal, como la sombra que soy y el brillo y la luz se apagaron.
Gracias Pablito, también por el regalo de las obras que me encantan, pero sobre todo por hacerme sentir por un instante, la ilusión de que el fuego no se había apagado. Quien sabe, tal vez también yo consiga liberarme ...

Juliki (el no serigrafiado)

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Montaña de bolsillo



He vuelto a la infancia, al menos en parte. Me paso el día subido al tobogán y no es broma.
Tan pronto estoy arriba en la cúspide, dispuesto a comerme el mundo; como abajo, derrotado y con los pies en el charco, ese que suele formarse a final del columpio en las épocas de lluvia.
Soy incansable. Subo y bajo, de la euforia al derrotismo varias veces en el mismo día; como el crío que no puede perder un instante de deleite, pues sabe que en breve terminará la hora del parque y se afana por apurar el disfrute del tobogán.
No lo hago por placer, es mas bien un suplicio. Al acabar el día la sensación es agotadora, frustrante, desquiciante ...
Surge sin mas. Es el resultado de mi lucha entre el estoy y el quiero ser. Ese afán por salir del agujero mental y emocional en el que me encuentro atrapado que me obliga a seguir intentándolo.
Subo por la escalerilla metálica, con el resuello entrecortado y a veces a la mitad me parece imposible ir mas allá, aprieto los dientes, continuo, llego arriba y sonrío con satisfacción. Es tan solo un segundo, luego el descenso, preludio que anuncia el calvario de la nueva ascensión.
Voy perdiendo, lo se, como va perdiendo su color la rampa por la que deslizo en la caída, hasta quedar brillante, pulida, sin rastro alguno del verde, rojo o azul originarios. ¿pero que opción me queda?
Tal vez debería cambiar de columpio, buscar otro mas acorde a mis necesidades: mas simple, mas tierno, tal vez ...

Juliki (Castigado en el parque)

martes, 17 de noviembre de 2009

Adoptando una postura

Leo y a veces eso me hace reflexionar, otras tan solo me entretiene.

"... el mundo está dividido entre los que son y los que tiene, o entre los que quieren ser y los que quieren tener. Ahí está, la gran raya que separa a los seres humanos en dos grupos de dimensiones muy distintas. Hoy el mundo gira en torno a tener, se enseña a la gente a ser propietaria de cosas y a crecer por delante o por encima de los demás. A sentir miedo a perder lo que se tiene y a que otro te lo quite ..."
Javier Zuloaga


Me gustaría llegar a ser, lo intento pero la duda me asalta y me pregunto:
¿Tiene sentido ser en el mundo del tener?
¿Se puede llegar a ser sin tener o teniendo es mas fácil ser?
¿Si se pierde el miedo a perder el tener ya se es?
¿Como sería un mundo en torno al ser?

Juliki (Cuestionándose todo)

lunes, 16 de noviembre de 2009

Ilusiones errantes



Busco consuelo al desanimo, pero no lo hallo. Aunque no tengo aliento me desplazo hasta ti, pero tu no estás, has salido; la fatiga te hizo partir. Escruto mi entorno en busca de un brazo amigo que me de un impulso, un aliento y solo atisbo ausencias. Hoy necesitaba y no encontré, al menos no eso que quería. Hago recuento de afectos y acabo pronto, demasiado pronto.Regreso lento, saboreando cada paso, buscando entre las sombras que me acompañan. Unos pasos me adelantan, van dialogando en la distancia; su rumor queda eclipsado por el rebuzno de un móvil. Desciendo a los infiernos, pero antes devuelvo un saludo a un desconocido. ¿Cortesía, educación o deseos de entablar un nuevo contacto?
Llego a la plaza y se hace de noche dentro de la noche. Oscuridad para dar ambiente, los cuerpos de seguridad se agazapan en la penumbra. Cumplen su misión, estar para que otros no estén.
Atravieso mis propias tinieblas y a tientas llego al portal. Escalo hasta la cúspide, hago callar la sirena y cierro de un portazo, como intentando dar por clausurada la jornada. Pero aun queda algo por hacer, miro al espejo que me devuelve una sonrisa sin retoques. Constato la realidad: Todo sigue igual.
Ahora ya puedo ir a la cama a reiniciar el ciclo; curiosa manera de perpetuar los errores de la especie.


Juliki (a solas)

jueves, 12 de noviembre de 2009

Mitos superfluos



Anochece pronto, demasiado pronto. La luz nos abandona y el frío incipiente anima a recluirse en casa. Sentado en mi habitación veo el salón, la cocina y si me sitúo en escorzo incluso atisbo la puerta del baño. Es mi pequeño refugio, una buhardillita de 27 metros cuadrados, ni tan siquiera los 30 que preconizaba cierta ministra. Es suficiente, para mi, casi un lujo. Si, ya se que a muchos les horrorizaría un espacio tan nimio, la claustrofobia atacaría a otros tantos y solo una pequeña minoría podría concebir que esto sea mi hogar, que me guste, que no aspire a mas.
Todos queremos mas, siempre mas y mejor, cueste lo que cueste; vivimos casi, solo para poseer algo nuevo, mas grande mas rápido ... ¿pero para que? ¿necesitamos tanto?
Soy de familia humilde, durante años, en casa de mis padres, dormí en el salón acompañado de mi abuela. No era el súmmum de la comodidad, pero allí crecí y fui dichoso. Después compartí piso, tuve habitación propia, seguí ampliando mis horizontes y me sentí afortunado. Ahora mis posesiones han aumentado, disfruto de mi espacio ... En el la lluvia no me cala, reposo mis heridas y cuando la adversidad me azota corro a guarecerme. Es cierto que a veces se me amontonan los miedos, se me acumulan las dudas y no cabemos todos. Entonces abro dos ventanas, creo corriente y dejo que se escapen, para poder empezar a recopilar de nuevo. Esta vez, ilusiones renovadas, sueños tentadores... fragmentos de vida.
Al final nos sobra casi todo. Tal vez porque uno es lo que vive, no lo que tiene.


Juliki (enclaustrado)

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Película de irrealidad



Hoy la palabra se encasquilla, las ideas se demoran y nada parece fluir. En estos casos lo mejor sería asearse, hacer la maleta y partir. Para la ocasión el equipaje debería ser somero, liviano: El propio cuerpo, una muda de repuesto, un libro intranscendente, el cepillo de dientes y decisión ...
El destino no preocupa, lo importante es el regreso; pero para poder volver es necesaria una única condición: No pensar en el trayecto.
Salgo a la calle y me asalta un recuerdo que esquivo aliviado, después, desecho alegremente incipientes ideas. Doblo la esquina y un pensamiento me encara, a mi espalda otro acecha, a los lados se agolpan; estoy rodeado. Cierro los ojos, aun puedo escucharlos, echo a andar, los atravieso, camino rápido y su presencia muta en ausencia. Me paro fatigado por el esfuerzo, sonrío, lo he conseguido. Por un momento pensé que no podría evitarlos.
Busco el camino de vuelta y todo se torna ajeno. Creo que hoy, tampoco nadie me lo agradecerá ...


Juliki (de transición)

lunes, 9 de noviembre de 2009

Rescatado del olvido X



La navidad se nos viene encima un año mas. Para mi es una época repelente llena de falsedad e hipocresía, que soporto a duras penas . No obstante recuerdo de cuando era un crío esa ilusión de la noche de reyes, aunque siempre asociada a la desilusión del día después. No obstante ese desencanto reiterado forjo en mi un afán reivindicativo que aun hoy perdura y que me incita a seguir reclamando lo que nunca tuve. Por ello este año me animo a escribir mi carta a los reyes.

Reyes supuestamente magos:

Disculpad la duda y que no os trate de querido, estimados o sus majestades … pero mi inocencia infantil se ha ido sustituyendo por la incredulidad del adulto.
Tenía ya ganas de volver a escribiros para pediros otra vez algo. Esta vez no son objetos materiales y tangibles, aunque tal vez sean mas pesados y complicados de traer para vosotros … son explicaciones.
Como ocurrió en el pasado no tengo ninguna fe en recibir lo que pido, seguro que en esta ocasión al mirar mis regalos encuentro ausencias, silencios, excusas … Pero iba siendo hora de romper mi propio silencio y pediros que me aclarareis porque nunca recibí todos esos regalos que, desde mi egoísmo de niño, ya consideraba míos.
No recuerdo como ni cuando empezó todo; es lo que tiene la niñez, uno va enterrando bajo capas de olvido los momentos amargos en un afán por superarlos y crecer. No obstante tengo una larga lista de regalos ansiados, cuya ausencia reiterada, condeno muchos de mis sueños al limbo de las ilusiones perdidas. No voy a enumerarlos todos (no acabaríamos nunca), pero si algunos, los mas llamativos:
LA BICI: ¿Qué niño no ha tenido una bici de pequeño? No creo que sean muchos pero lo que sé con absoluta seguridad es que yo soy uno de ellos. Si, claro que me trajisteis el triciclo cuando yo aun no tenia ni edad para pedirlo. Conservo un recuerdo claro de como mi hermana mayor se montó en él y ante mi atónita mirada el sillín se calló hecho trizas … Mi padre hizo un apaño y es cierto que se podía usar el triciclo unos minutos antes de que el sillín empezara a deslizarse y uno acabara con el culo en el suelo y el triciclo campando alegremente a su libre albedrío … ¿Os podéis imaginar la frustración de un niño de 42 años que no ha tenido bici ni sabe montar en ella?. Pues existe y soy yo … Hace 13 años decidí vencer el trauma y ahorré … No me llegó para una bici y me compré un monociclo … Eso no iba a detenerme. Fue duro el aprendizaje, pero tenía una meta: demostraros que era capaz de cualquier cosa … Hoy se montar en monociclo ( en bici no ), a pesar de vuestras trabas, a pesar de vosotros …
BARCO PIRATA DE LOS CLICK: Ante su reiterada ausencia llegué incluso a pensar que los reyes solo trabajaban con la competencia y osé pediros el barco de los arganboys. Creo que no era pirata pero me daba igual , ya les pintaría yo el parche en el ojo a los muñecos. Llegó el argamboys (uno) y yo me metí raudo bajo el sillón ¡tenía que estar allí! ¿Qué haces? Preguntó mi padre. Buscar el barco y la tripulación que con tanto jaleo se las han debido de caer al suelo … Como imagináis allí no había nada, me senté con mi argamboys a imaginar tremendas batallas navales … estaba acostumbrado.
BALóN DE REGLAMENTO: En mi barrio tener un balón de reglamento era la garantía de jugar en el equipo de fútbol, aunque fueras el mas torpe jugador. Yo era bastante malo y necesitaba el balón como pasaporte al juego con los demás. Pero una y otra vez vosotros me traíais un balón de esos de plástico que servía para ser el centro de las burlas de los demás y me condenaba al ostracismo, a la soledad y … al banquillo.
Recuerdo otra vez que al llegar al salón no había nada de lo que había pedido pero me encontré una metralleta de colores atrayentes. Fui corriendo a cogerla por si era un error y alguien la reclamaba como suya ¡Algo es mas que nada! pero al cogerla se separó en dos trozos. Yo la miré pensando “joder es desmontable”. Mi padre se acercó apesadumbrado y me dijo. Lo siento hijo, esta algo estropeada; no la vi y me senté encima, pero aun puedes jugar con ella y es bonita … Me eché a llorar, mi padre me consoló, pero él no podía entender que en el fondo yo no lloraba por el juguete roto, sino por la nueva desilusión, ante la ausencia de los regalos pedidos. Yo me había portado como un campeón, obediente, bueno, responsable, estudioso … porque entonces los reyes me pagaban con la moneda de la indiferencia, ignorando mis peticiones.
Podría seguir con el exin castillos o el scalectrix pero no quiero extenderme porque … la historia se repite.
Empecé a pensar que vuestra magia consistía en eso de nada por aquí, nada por allá … Nada. Bueno nada no: Pantalones, calcetines, calzoncillos … Todo muy útil, pero … poco valido para el juego. No obstante me las ingenié, trasformé la grapadora en una nave espacial, las chinchetas en mini peonzas … y jugué.
Como debo ser justo también reconozco que de todas las peticiones hay un regalo por el que os debo una disculpa: el madelman con pies. Ahora se que era cosa de los fabricantes y no vuestra; pero comprenderéis que un niño de 6 años lleno de fantasía no pueda comprender que los reyes (magos para mas INRI) no sean capaces de ponerle unos putos pies al madelman; y que año tras año me tocara a mi hacérselos de plastelina para mantenerlo de pie cuando se le quitaban las botas …
Deberíais pensar en el lema de los centros comerciales … Sino queda satisfecho le devolvemos su dinero … Pero ¿como resarcirme de las ilusiones truncadas año tras año?. Las ilusiones se cumplen o con el tiempo se pierden, no hay marcha atrás .
No obstante os cuento esto sin malos rollos, desde el adulto con pies de niño que soy, con la generosidad del que regala el perdón para que podáis por fin descansar aliviados y dormir con la conciencia lavada, que no limpia. Ya esta olvidado y perdonado; aunque, ahora que lo pienso, no vendría mal un último esfuerzo por vuestra parte … Pongamos por ejemplo un euromillón premiado de máxima categoría. Y para que veáis mi buena voluntad y mi afán de reconciliación yo relleno y pago el boleto. Vosotros hacéis el resto: Cumplir la ilusión de que mis números sean los ganadores … Je je.
¿O es mucho pedir?.
No quiero que suene a amenaza, pero si me volvéis a fallar igual me paso a la competencia; aunque visto lo visto, igual tampoco es muy de fiar …

Lo que queda del ninio Juliki.

P.D. Con el euromillón es suficiente. Olvidaros del resto de las cosas pendientes y sobre todo de la bici. Ya no la quiero y además no me cabe en casa, no vaya a ser que el remordimiento os haga cagarla de nuevo …

sábado, 7 de noviembre de 2009

Apoyo consecuente


Imágenes que pasan, como el tiempo. Esperas interminables y olvidos, siempre olvidos, una vez mas. Quería centrarme y me descentré. Quería relajarme y me tensé. Pronóstico para el día: Tiempo para pasear, reflexionar, descansar y ...
Suena el teléfono y lo que importaba ya no importa. Se acabó lo planeado. Toca apoyar, acompañar, escuchar, tranquilizar... y olvidarse de uno.
Paradojas malditas que arrinconan lo propio para preservar lo ajeno; cuando uno necesita ser toca estar. Para que otro sea.
¿Y ahora que? Necesito lo que no tengo y cuando intento buscar para tener, toca sacar el remanente de generosidad y repartir lo poco que queda. Satisfecho por hacer lo que debo aunque eso me conduzca a esta sensación de insatisfacción. De nuevo paradoja, vida de contradicción perpetua. ¿Vida?
Me siento como la imagen. Proyecto de juego, de ilusión infantil que se transforma en vacío, abandono y soledad.
Mañana será otro día o no será.

Juliki ( a disposición de todos menos de uno)

jueves, 5 de noviembre de 2009

Bucear parapetado



Desde hace unos días estoy convencido que me estoy convirtiendo en un buzo. No digo submarinista, ni hombre rana, digo buzo; de los de antes, con escafandra, pies de plomo y un tubo embrionario que te une a la superficie y te aporta el oxigeno necesario para poder seguir respirando.
Y así de esta guisa, cada mañana salgo a la calle, voy al trabajo, hago la compra y me relaciono con mis semejantes (personas quiero decir, porque no me encontré aun con buzo alguno).
No es sencillo desplazarse fuera del agua así pertrechado, todo trascurre ralentizado, a una velocidad tan inusualmente lenta que da tiempo a rumiar los pensamientos como si flotaran en tu propia cabeza. El sonido se percibe como almohadillado, con una especie de eco que le confiere una lejana procedencia; y la vida parece desplazarse ante uno como si se tratara de una fascinante película, pero eso si, vista desde el interior de la pantalla del televisor.
Es curioso, es como estar aislado del resto, pero a la vez contemplando el entorno con nitidez, al alcance de la mano; como cuando uno se allá en el fondo del océano e intenta acariciar ese pececillo cercano que siempre se escapa. Estar sin ser, pero aparentando estar ...
Yo me sorprendo de que nadie me diga nada, ya se que no ven traje, a decir verdad, yo tampoco, pero se que esta ahí, lo siento, lo sufro, me condiciona. También he de decir que me protege, me aísla de las colisiones mundanas, me inmuniza de mi mismo, me preserva de los tiburones urbanos...
Todo sería mas llevadero si no existiera el inconveniente del tubo. No, no me limita su longitud, pues parecería infinito. El problema es el suministro de oxigeno, y es que me da a mi que en algún lugar un cabronazo se entretiene pisando el tubito, reduciendo el flujo; por eso casi no escribo, soy presa de esta anoxia intermitente que me deja rendido.
Se que debería volver a la superficie, a la vida y dejar de sumergirme en la nada, pero se acerca la navidad y hay que protegerse, andar con pies de plomo para sobrevivir, un año mas, a su vorágine.


Juliki ( con la escafandra a cuestas)

lunes, 2 de noviembre de 2009

Paredes parlantes


El silencio es a veces una de las formas mas sofisticadas de la mentira.
Enrique de Hériz
Juliki (con cierto mutismo)

domingo, 1 de noviembre de 2009

Refundar el desconcierto



Estar a la espera, ser el suplente de tu propia vida. Sentarse en el banquillo a esperar sin creer en las propias oportunidades. Esas que no han de llegar.
Así pasan los meses y uno piensa en hablarlo, pero nunca es el momento de decir "no puedo mas". Se sigue adelante, por inercia, porque algo hay que hacer; y mientras la vida pasa de largo. Uno la deja escapar ...
Pero siempre hay un momento para retomar el control, hacer burlas al destino y recomenzar.
Reconstruirse, reinventarse, resurgir, renacer, revivir, reaccionar, reactivarse, realizarse, reavivar, reaparecer, rebrotar, reconvertirse, recuperar, regenerarse, regresar, rehabilitarse, reiniciar, remediar, remodelar, remozar, renovarse, repararse, reponerse, repuntar, rescatar, resetear, resolver, responder, restablecerse, restituirse, retornar, resucitar, revitalizarse, redescubrirse, recomponerse ...
Recomencemos, aunque sea repetirse, que siempre es mejor recaer que rendirse.

Juliki (reanudando la reflexión)

jueves, 29 de octubre de 2009

Escisión de personalidad



Hoy perdí el control; fue solo un instante, pero suficiente para dejarme ese regusto amargo que queda cuando algo burla la propia voluntad, desatando el instinto animal que permanecía aletargado. Suelo ser racional, demasiado en ocasiones, por eso ese arranque visceral me sabe aun peor.
Es cierto que a lo largo de esta semana, he revivido cada mañana la misma indignante situación, como en esas pesadillas en las que uno queda atrapado y todo forma parte de un bucle infinitamente reiterado que no parece ir a parar jamás; pero no valen excusas.
Era temprano, mi cuerpo empezaba a desentumecerse y estaba a punto de llegar al trabajo. Solo un semáforo y 50 metros me separaban de mi destino.
Allí estoy yo, miro fijamente el muñequito rojo en posición de firme, le veo desaparecer y ser sustituido por el otro mas saleroso de color verde. Comienzo mi avance, con la precaución de acompasarlo con un prudente giro de cabeza. Empieza a funcionar el bucle, como el Lunes, el Martes y el Miércoles la historia se repite. Un coche se me echa encima, reculo raudo y entonces algo cambia. La imagen repetida en los días anteriores de echar un paso atrás, levantar los brazos y protestar airado, se distorsiona, se transforma ...
De repente tras el paso atrás, mi cuerpo se balancea, dejo todo el peso en la pierna izquierda y como un resorte perfectamente engrasado ajeno a mi, mi rodilla derecha se flexiona, proyectando mi pie hacia delante.
¡Brum! El sonido del choque me devuelve la consciencia. El coche pita y frena. Yo me encuentro expectante, con los brazos en jarra y de espaldas al sentido del tráfico, como desafiante y me pregunto que cojones espero para seguir cruzando. No se muy bien que ha ocurrido.
Lo analizo. Es sencillo, y aunque no tengo consciencia de haber dado la orden desde mi cerebro, acabo de patear la puerta lateral trasera de un coche en movimiento; el enésimo coche del año que se salta el semáforo y me obliga a retroceder para salvar el pellejo.
El coche arranca y termino de cruzar. Me enfado con mi acción y me recrimino: Tío, estas trastornado por reaccionar así , podrías haberte hecho daño, no esta bien responder con violencia ...
Una frase cruza mi mente "Solo la violencia ayuda, donde la violencia impera" me espeluzno con solo pensarlo. Meto la llave en la cerradura y vuelvo a ser yo, dueño de mis actos, dispuesto a comenzar la jornada laboral, pero sin poder olvidar lo ocurrido.
Solo espero mañana, cuando este sentado en la cama dispuesto a calzarme, poder seguir siendo yo. Sería terrorífico caer nuevamente presa de ese otro yo que hoy surgió de los abismos de mi consciencia, y descubrirme atándome las botas con puntera reforzada de acero, para quien sabe que ...

Juliki (y su Mr Hide)

martes, 27 de octubre de 2009

Silencio adverso



Me siento a escuchar el silencio, y no escucho nada; me quedo así, como esperando que un sonido, que algún ruido accidental transforme este instante vacío en algo vivo. Transcurre el tiempo, callado, sigiloso en su avance y yo inmóvil, miro a mi alrededor atento a los susurros de mi propio cuerpo. Mi cuerpo pide reposo, mi cabeza letargo; ambos quieren adormecerse, tal vez para no ser, para adentrarse en el mundo de los sueños, que sin ser real, tiene mas vida que el presente.
Reflexiono sobre el día, rutina seguida de desencanto se alterna con esa desilusión en soledad que marca mis pasos.
Busco la placidez de las palabras no pronunciadas y solo alcanzo a sentir ese desasosiego de silencios resignados. Nueva jornada de espera, sin pensar, sin querer sentir, pero percibiendo, acumulando sentimientos plegados a conveniencia ajena, que engrosan la cada vez mas pesada bolsa de viaje.
Gestos sin recompensa y a cambio, cansancio como moneda de pago. Hoy, al conejito duracell se le agotaron las pilas. Él también se recrea cabizbajo en el silencio.

Juliki (inoperante)

domingo, 25 de octubre de 2009

Ídolos en derrumbe



Hoy querría hablar de mi padre, aunque no se de cual de ellos. No, no es que no tenga claro quien es, mal pensados; ni tampoco que sea adoptado (no me consta serlo). No se si hablar de mi padre, tal y como es ahora, o de aquel que se mantiene en el recuerdo de mi infancia y juventud. No estoy flipando, aunque la gripe que me invade, me tenga abotargado; lo que ocurre es que ambos son personas distintas, muy distintas ...
Uno tiende a fabular su historia, a adornarla y convertir en héroes a las personas que admira cuando aun esta intentando convertirse en un proyecto de adulto, de persona. De mi padre siempre admiré su honradez, su sentido de la justicia, tu tesón en el trabajo; quizás no fuera culto, ni listo, ni excepcional, pero se entregaba al 200% en lo que hacia.
De un tiempo a esta parte mi padre es un espectro, la sombra del que fue. Desde que se jubiló parece haber ido perdiendo fuelle paulatinamente; su mundo se ha reducido y su vida parece ser un subsistir y punto. Comer, dormir y alguna rutina mas a la que le ha obligado la enfermedad de mi madre y que realiza mecánicamente, como por obligación. Cualquier pequeño problema le bloquea y parece incapaz de actuar; eso unido a una frase que repite constantemente cuando se le intenta incentivar con algo, me preocupa sobremanera: "Yo ya no quiero aprender nada".
La piel se me eriza con solo pensar en su significado, en lo que realmente me trasmite: Resignación total, derrota, desgana, pereza, abatimiento, ausencia de ilusión ....
Es cierto que esta mayor, tal vez senil. Sus 78 años, le permiten con creces engrosar el listado de los ancianos, pero después de toda una vida de sacrificio de lucha, de sufrimiento, Ahora que podría disfrutar de la vida, renuncia a ella.
Es fácil criticar a los demás, aunque se haga desde el cariño absoluto. ¿que seré yo cuando ronde su edad? ¿en que o en quien me habré convertido?
Miro mis últimos meses y me asusto, me pareciera que mi vida se encamina a algo similar. Es cierto que aun quedan retazos de rebeldía en mi vida, que las ganas de aprender siguen intactas y que el abatimiento y la desilusión son pasajeros, pero aun así existe una tendencia. Dos cosas nos diferencian aun: La primera soy consciente de mi situación, la segunda no me resigno a que esa tendencia se cumpla.
Vuelvo la vista atrás, recuerdo al tipo que en las huelgas de la EMT corría delante de las porras y de las pelotas de goma por defender sus ideales y derechos, que me llevaba a dar largos paseos por el campo, aquel junto al que cogido de su mano grite siendo un criajo: La Vaguada es nuestra ...
De el aprendí gran parte de lo que soy; a no tirar la toalla y a dar lo mejor de mi. Por eso, aunque ahora el no sea el de antes, sigo mirándole orgulloso, porque uno es su bagaje completo mas allá de su situación puntual.

Juliki ( con admiración )

sábado, 24 de octubre de 2009

Pajaros en la cabeza



Mi vida ha estado desde que recuerdo llena de pájaros. Bien es cierto que nunca tuve un pollito de colores, de esos que eran tan habituales durante mi infancia; en su lugar, en la terraza del piso de 40 metros de mis padres corretearon entre otras codornices, alondras ..., incluso antes de que yo pudiera gatear tras ellas. Después nos "civilizamos" y criamos canarios enjaulados. Teníamos montones de ellos que mi padre regalaba orgulloso.
Recuerdo ese cúmulo de sensaciones que se repetían cada año: los preparativos previos a la época de cría, la emoción posterior con cada nueva puesta, la ilusión del conteo diario en busca del nuevo huevo, la impaciencia infantil ante la tardanza de la primera eclosión, la fascinación ante aquellas miniaturas de ojos cerrados y pico ávido, aquel hacinamiento imposible y fraternal ocasionado por el crecimiento y, ¡como no! el primer valiente, aun algo pelón, que abandonaba el nido y se situaba tembloroso en el palo. Sensaciones con las que crecí. Después dejamos de criar, los canarios fueron envejeciendo y un silencio triste reemplazó sus cantos. Los pájaros levantaron el vuelo de mi existencia para volver a reaparecer tiempo después.
Fue al poco de comprar mi actual casa, una cría de golondrina intrépida se descolgó del nido y vino a caer en mi alféizar. Dudé que hacer con ella; reintegrarla a su nido en el tejado era un imposible, dejarla a su suerte me pareció una crueldad, intentar alimentarla una locura. ¿que cojones come una golondrina? Ni idea, desde luego alpiste de canario no. La metí en una amplia caja y recorrí varias tiendas de animales preguntando, hasta que en una me dieron una respuesta: "Prueba con larvas de mosca vivas, pero olvídate, es casi imposible que sobreviva". ¿Tarea imposible había dicho aquel individuo? El gusanillo de la superación me invadió. Compré dos cajas de aquellos gusanos escurridizos y con mucha paciencia, casi a la fuerza comenzamos la crianza. Al principio abría el pico metía los gusanos que eran escupidos reiteradamente. Insistí con la tenacidad del tozudo y en una de esas la fortuna se convirtió en aliado; el bicho tragó, quizás accidentalmente y poco a poco fue engulléndolos con mayor facilidad. Los días se sucedieron, se acabo el primer bote y cuando fui a abrir el segundo, unos días después, las larvas se habían transformado en una piara de repugnantes moscas verdes, que condene a morir al fondo del cubo de basura. Seguimos comiendo, crecimos, revoloteamos y llegó el momento de la independencia: Lo lancé desde mi quinto piso, aleteó y se perdió en los tejados. Cuando pasan planeando frente a mi ventana me gusta pensar que alguna de aquellas golondrinas tiene algo que ver con aquella que casi, casi amamante.
Dos años después descubrí en el rellano de mi piso dos mirlos que huyeron asustados ante mi llegada. Pensé que aquellos cabrones eran los responsables de la decapitación reiterada de mi planta carnívora y del maltrecho estado de algunas plantas mas con las que me empeñaba en revivir y alegrar mi ajada escalera. Volví a encontrar a los intrusos de mi vergel y un día al meter la llave en la cerradura, levanté la vista y contemplé inmóvil, aposentado sobre uno de mis tiestos semi-abandonados a uno de ellos. Me miraba algo tembloroso y yo boquiabierto me preguntaba ¿por que no huía? ¿que poderosa razón a pesar del palpable miedo la retenía a menos de medio metro de mi?
Solo podía ser una, los intrusos se habían convertido en okupas y protegían su nuevo hogar y a su futura progenie
Conviví unas semanas con el nido intentando no perturbar la incubación y posteriormente a su única cría. Los padres iban y venían, sobre todo ella, desviviéndose por alimentarlo. Un buen día dejaron de aparecer, miré el nido, estaba vacío
Ahora ya solo tengo pájaros en la cabeza, bueno esos, que son muchos y variados, y alguno colgado en la pared, de esos que pinta, graba y dibuja alguien que revoletea en mi vida, aquella junto a la que me gusta aletear y compartir vuelos cotidianos.
En el fondo todos tenemos algo de ave, aunque solo sea el ansia de volar.
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Juliki ( ansioso)

miércoles, 21 de octubre de 2009

¿Vigor irreductible?



La tos ha cesado por el momento; la garganta quema, pero los escalofríos remiten. El dolor de riñones también parece difuminarse. Estoy en la cama, eso ayuda. No estoy tan mal, pero necesito reposo. Tengo que reponerme para mañana, para volver al trabajo. ¿Por que no voy al médico y me pido una baja? Eso sería lo normal, lo fácil, lo esperable. Hace tiempo que deje de ser normal, prácticamente toda una vida. Me gusta lo elaborado, prefiero que sea mi cuerpo el que haga un esfuerzo por curarse. Tiene gracia, para ser químico me resisto bastante a tomar lo que fabrican los de mi ramo.
Si, soy terco. Si puedo evitarlo no me medico: Infusiones, sudar, miel, vitamina c en forma de zumos, propóleo ... y reposo entre cada jornada laboral. También soy razonable; si pasado un tiempo no mejoro claudicaré; iré al médico, me tomaré lo que me receten y ... seguiré trabajando. Es ilógico, ya lo se, pero solo he admitido ser razonable.
Es una suerte necesitar toda la atención y energía en sanarse, así tengo excusa, para no analizar y pensar mis problemas. Cuando me recupere volveré a la hiperactividad, será mi nueva coartada para continuar sin encarar mis asuntos. Siempre hay una autojustificación. En el fondo soy realmente un enfermo sin cura ...


Juliki (comiéndome los mocos)

martes, 20 de octubre de 2009

Confusa evocación


Hoy el día se transformó paulatinamente, fue oscureciéndose hasta que la lluvia hizo su aparición. De nuevo tiempo gris. No es que los días anteriores con su sol y sus luces fueran menos grises. No. A veces, la luz no determina el color, el color sale de uno, de su interior.
Camino por Lavapies con los ojos abiertos, aunque la tos y la fiebre me inciten a levitar hasta casa a meterme en la cama. Miro el paisaje; los soportes para las cámaras de vídeo vigilancia han hecho su aparición, un negro se acerca sigiloso a un chavalín de 6-8 años y le tapa los ojos, predisponiéndole al juego de adivinar.
- Chocolate, eres tu seguro.
- ¿Como lo has sabido?
- Es que apestas a chocolate.
Me imagino una taza humeante de rico cacao, su aroma me invita a la somnolencia, a una paz interior que hace tiempo que perdí. Sigo mi camino deleitándome en su fragancia, con su textura suave y ligeramente espesa, siento el calorcillo que emana de una taza de chocolate recién elaborado ...
Mi sueño se difumina, la fiebre me ha nublado el entendimiento. La frase retorna a mi cabeza "Apestas a chocolate" ¿Que chiquillo de esa edad renegaría de tan goloso olor?
Estamos en Lavapies, aquí el "cacao maravillao" es de otro tipo. Claramente debería estar en la cama ...


Juliki (enfermo de cuerpo y mente)


sábado, 17 de octubre de 2009

Asumir el papel


Ha sido una semana intensa, de esas en las que los sentimientos cambiantes nos trasladan de las puertas de averno a la entrada del paraíso. Unos días llenos de esperas tensas y angustiosas, seguidas de otras insustanciales, tediosas y exasperantes.
He tenido que aparcar mis asuntos para ocuparme de los de otros, asumiendo un papel que se me hacia ajeno. En ocasiones uno no decide como es, ni que función desempeña en sus relaciones con los demás. Muchas veces uno se convierte en lo que otros esperan de él y debe desempeñar la labor del personaje que otros creen que es. Al final uno lo asume como propio, porque así le ven, porque acepta que así debe ser.
Mi madre pasó por el hospital, en un nuevo intento de mejorar su calidad de vida, de enfrentarnos a ese ventrículo isquémico, prácticamente muerto, que solo le permite usar un 10% del potencial de su corazón. Compartimenté mi ser, dejando a un lado mis propios pesares, para convertirme en ese hijo que mi madre cree que soy. He aceptado el rol que ella me otorga, he escuchado sus palabras sobre mi aunque me sonaran extrañas, con conversaciones del tipo:
-Esto no lo puedo hablar con tu hermana, contigo si, porque eres fuerte... Si a mi me pasa algo, quiero que me incineren y me lleves al pueblo; si puede ser metes mis cenizas con tu abuela ...
- No seas tonta, no te va a pasar nada, ya eres una veterana y ...
- Pero si ocurre, quiero que te encargues de eso y con mis cosas hacéis lo que queráis, que tu hermana coja lo que quiera, pero el abrigo y el chaquetón que te comente ya sabes para quien son ...
- Mira, si te quedas mas tranquila yo te escucho, pero sabes que esto es un tramite y que mañana voy estar aquí mismo sentado y nos reiremos de lo pesada que eres con estas conversaciones .
- ¡Ah! y no te olvides de lo mas importante, cuida de tu hermana, que es mas débil que tu. Los ahorrillos que te comente os los repartís ella y tu y ...
-Que si, ¡pesada! pero vas a tener que seguir gestionándolos tu, porque te queda mucha guerra que dar aun.
Dibujo una sonrisa tranquilizadora en el rostro, y por dentro recuerdo la frase que hace dos años el cardiólogo pronuncio: " Lo normal es que su madre vaya a peor y en unos seis meses, sino hay un milagro, se acabe apagando del todo." Superamos esa etapa con obstinación, con la entrega de mi hermana y algo de fortuna cuasi milagrosa.
Pienso en el 1% de posibilidades de que la operación salga mal y me parece un porcentaje inmenso. Apretó los dientes sin crispar mi sonrisa con el anhelo de que mañana este miedo se transforme en ridícula angustia pasajera. Al día siguiente sentado junto a mi madre la veo sonreír y me relajo, no hemos mejorado su calidad de vida, pero sigue ahí.
Pasado el trago debería retomar mi vida, pero no voy a hacerlo. No es cobardía, ni escaqueo, ni dejadez. Son exigencias del guión. Debo continuar en mi papel de rocoso pilar, de animoso apoyo, de serenidad contagiosa que se me supone. En quince días volvemos a subir al cuadrilátero hospitalario, mi madre en el ring y yo desde la esquina alentándola para que se alce victoriosa en su nuevo combate por alcanzar esa ansiada mejora en su calidad de vida. Escucharé estoico sus conversaciones, sonreiré apacible para trasmitir tranquilidad, rumiare silencioso el miedo a esa posibilidad, esta vez del 5%, de que algo falle ...
Después, cuando la victoria sea nuestra, me calzaré el calzón corto y subiré, yo solo, a librar mi propio combate y, aunque ahora solo pueda imaginarme inerte, tumbado en la lona, derrotado; no pienso abandonar, ausentarme ni tirar la toalla ...

Juliki (en el papel que toca)

martes, 13 de octubre de 2009

Manifiesta precaridad



Estos días atrás en el mundo de la investigación ha sido noticia. Noticia de segunda, eclipsada por los casos de corrupción y la tan comentada foto de las hijas de Zapatero. Una vez mas las cosas importantes quedan relegadas, ninguneadas y acaban pasando desapercibidas. Llego tarde, pero quería hacerme eco de la campaña iniciada por este sitio Web: http://aldea-irreductible.blogspot.com/2009/10/la-ciencia-en-espana-no-necesita.html para protestar por la reducción del presupuesto del ministerio de Ciencia en un 37%.
Investigar y formar futuros investigadores no es barato, pero si realmente se quiere hacerlo, aunque sea solo para poder presumir de la calidad de nuestros científicos, habría que invertir en ello. Si no es así, solo podremos presumir, como ha ocurrido y sigue ocurriendo, de exportar talentos a otros países. Científicos que, ante la desoladora situación nacional, se "fugan" al extranjero para poder desarrollar allí su faceta investigadora.
Investigar debería ser una prioridad institucional, pero muchas veces se deja en manos de la empresa privada. No digo que este mal como complemento, pero no puede ser la base de nuestra labor científica. Las empresas nos venden su gran interés, su enorme preocupación por el bien común y recalcan su obra social, pero esta claro que lo prioritario para ellas son los beneficios obtenidos al final del año. No las culpo, a fin de cuenta son empresas privadas y no ONGs. Es el Estado el que debería asumir el grueso de dicha labor.
Conozco algo el tema. En una etapa anterior de mi vida, fui proyecto de investigador, es decir precario. Estuve en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, mas concretamente en el Centro de Ciencias Medioambientales. Suena cojonudo, pero era fachada mas que otra cosa. Aquel reducto del pasado, donde aun abundaban los miembros del Opus, es donde fui yo a recalar con mi coleta y mis pantalones cortos, que tapados por la bata de laboratorio hacían a mas del uno santiguarse preguntándose si realmente llevaría algo debajo. Mi periplo allí merece un capítulo aparte que algún día me animaré a escribir. Hoy solo quería solidarizarme torpemente con aquellos que ponen toda su pasión por investigar y cuya labor raramente es reconocida: Los becarios. Ellos, seguramente, serán de los primeros en verse afectados por dichos recortes y sin su aportación difícil será nuestro crecimiento científico.
¡Ah! Si algún día la cosa mejora, y los ahora becarios llegáis a ser investigadores de prestigio, por favor, no olvidéis vuestros orígenes; recordar que fuisteis precarios y evitar que se sigan perpetuando los mismos errores que sufrís ahora...

Juliki (Otrora precario alquimista)

lunes, 12 de octubre de 2009

Atrapado en cuerpo ajeno



Se fue el fin de semana con extensiones, ese regalo que en ocasiones nos hace el calendario laboral. Leer algo, ver alguna película y vegetar. Un aterrador plan que se repite en las últimas fechas. No arranco, es como cuando el ordenador se bloquea y no responde; al final uno acaba por reiniciarlo y todo vuelve a funcionar. Yo apreto el reset en mi pero el problema persiste, se ha generado un bucle difícil de evitar. Debería llamar al técnico para que me eche un vistazo, que revise al equipo, pero eso tendrá que aplazarse ...
Me esperan días complicados, en el trabajo, con la familia ... Voy a usar la "tecnología" de antaño, esa que no resuelve los problemas, pero con un apaño permite seguir adelante. Su mas brillante exponente son las anteojeras, no te dejan mas que ver el siguiente paso a dar, no puedes entretenerte con el paisaje, ni con lo que estar por venir. Única y exclusivamente puedes visualizar lo que toca en cada momento y así, sin distracciones, tal vez llegue a fin de mes y entonces veremos …Soy victima de la gripe D, la del desanimo.

Juliki (ingresado y en aislamiento)

domingo, 11 de octubre de 2009

Prestamo pasajero


Hoy que escriba otro por mi ...

Despues de media vida tengo la impresión de no haber avanzado, a menos que se llame progreso a la resignación.

John Cheeves.


Juliki (con sustituto)

jueves, 8 de octubre de 2009

Vivir a la carrera



Cada día valoro mas la posibilidad de disfrutar de los momentos de calma, que en raras ocasiones nos obsequia la jornada. La lectura sosegada, el paseo reflexivo y la charla calma, son mis momentos predilectos. No obstante si tuviera que seleccionar solamente una acción como exponente del placer supremo, no dudaría ni un segundo en enunciar como tal el anodino, vulgar e ineludible acto de miccionar. No, no tengo el día escatológico, pero no me negareis que cuando uno lleva un largo rato meándose, intentando accionar esos misteriosos músculos para que retengan el caudal rebosante que amenaza con liberarse y por fin el baño queda libre, la alegría nos embarga. A continuación, la contemplación de la taza dispuesta a recibir ese chorro calido que nos desborda, es el preámbulo del gozo; solo empañado por la resistencia del puñetero pantalón que se resiste a descender. Después llega la liberación, esa sensación placentera se consuma y uno casi llega a ser feliz.
He de reconocer que ese momento el deleite dura poco, en seguida es sustituido por la incomoda sensación de " Cuando va a acabar esto" que pasada la urgencia nos devuelve a nuestra impaciencia habitual.
El otro día, en uno de esos paseo en los que mi mirada y pensamientos vagan libres, fui testigo de una situación que me hizo reflexionar. Parada de autobús, madre e hija de apenas dos años, esperan la llegada del vehiculo municipal que a buen seguro las conducirá de vuelta a casa. De repente la niña, que parece inquieta, cuchichea algo a su madre que no alcanzo a escuchar.
- ¿No te puedes aguantar? Replica la madre.
La criaturita mueve de la cabeza a ambos lados de manera reiterada y con una insistencia tal, que no deja espacio a la duda.
Un rápido vistazo a los alrededores, para localizar un árbol próximo donde la madre diligentemente sitúa a la niña en posición, y la mantiene en volandas mientras el chorro describe una curva hasta el alcorque. Allí la orina se fusiona con la tierra, aportando el tan preciado nitrógeno de liberación lenta en forma de urea, que el árbol, sin duda, agradecerá en el futuro.
Pero hete aquí, que antes de que la tarea se complete con éxito, el infortunio en forma de autobús, hace su aparición. La madre reacciona rauda, a la carrera arrastra a su retoño y avanza hacia la puerta delantera que se abre. La mano libre saca el billete del bolso, lo lleva a los labios donde queda apresado y a continuación desciende para subir las bragas de su criatura. El reguero de pis las acompaña hasta casi el primer peldaño, donde la tela de la ropa interior y tal vez alguna reprimenda, lo colapsan. La niña mira hacia arriba boquiabierta, supongo que sin entender aun la causa de tantas prisas y, sobre todo, perpleja ante la nueva realidad que la lleva de vuelta a casa con esa incomoda sensación de humedad que te acompaña cuando te has meado encima.
Una vez mas los placeres de la vida se ven truncados por el ritmo acelerado que absurdamente nos imponen, incluso en la mas tierna infancia, cuando la vida es aun, un nuevo juego por descubrir ...

Juliki ( en busca del placer perdido)

miércoles, 7 de octubre de 2009

Realidad hostil



Empiezo a estar cansado de mi estado de extrema languidez. Creo que es suficiente por el momento. Hoy no toca lamento, ni queja; mañana ya se verá. Volviendo del trabajo me atajó un aguacero y eso siempre refresca mis carencias y alivia mis tristezas.
Hoy toca hablar de mi hermana, de sus últimas peripecias. Muchos son los que comentan nuestro gran parecido físico, a mi no me lo parece, pero no puedo negar que la genética común y los años de educación compartida nos han generado comportamientos similares y formas de afrontar la vida semejantes.
Mi hermana, preocupada por su salud, decidió hacer algo mas de ejercicio; y para ello se plantó en su junta municipal. Allí la informaron que para los sábados, únicamente quedaban clases de defensa personal. Sin tener muy claro en que consistían, decidió apuntarse, porque algo mas de ejercicio haría que estando en el sofá. Fue a su primera clase con la mente abierta y dispuesta a aprovechar al máximo la oportunidad. Tras un calentamiento con carreras y ejercicios varios, el profesor invitó a los asistentes a colocarse por parejas para iniciar la explicación de ejercicios mas específicos de "defensa".
El compañero de mi hermana se presento:
-"Hola me llamo Manuel Jesús y he venido al curso a aprender a matar"
Mientras mi hermana confusa, intentaba analizar la situación, pudo oír como, al fondo, el profesor indicaba el primer ejercicio.
-"Hay que coger del cuello al compañero, solo marcarlo, sin presionar...
Imagino las ganas de salir corriendo que mi hermana experimentó en ese preciso instante, pero como, aunque pequeñita (poco mas de 1,60 m.) es aguerrida; aguanto el tipo y realizó junto a Manuel Jesús los primeros ejercicios, que además del apretón en la yugular, incluyan retorcer el brazo de manera algo mas intensa que una simulación y alguna otra lindeza similar.
Aliviada escuchó como el profe indicaba una rotación de parejas y aprovechó la ocasión para coincidir con la única otra moza que había en el curso. Rosa María, que así se llamaba la susodicha, tuvo a bien comentarle también sus expectativas sobre el curso:
-"Pues yo tengo bajo la ventana cada día unos tipos que estan todo el rato bebiendo, fumando marihuana y dando voces. Le dije a mi marido que bajara a ponerles las pilas, pero como no me hace caso me he apuntado al curso y ya bajaré yo cuando controle a romperles las piernas"...
Creo que las neuronas de mi hermana se colapsaron, resistió cual zombi el resto de la sesión y al concluir fue directa a conversar con el monitor.
-Disculpa, espero que no te lo tomes a mal, pero no tengo intención de volver. No se lo que esperaba, pero no era esto ...
-Mujer, date otra oportunidad, vuelve el próximo día y vemos ...
- Mira, es que me parece que la gente no viene aquí con intención de aprender defensa ...
- Si, bueno es cierto que tus compañeros son algo nerviosos ...
-¿Agresivos querrás decir?
- En fin, las tensiones, la adrenalina ...
Perdóname, pero soy ya bastante mayor para perder el tiempo y arriesgarme a que me algún "nervioso" me haga daño. Disculpa y gracias por tu comprensión.
Mi hermana tiene un problema, como yo; nos equivocamos, no estamos preparados para la vida moderna y en ocasiones, nos olvidamos que para una gran mayoría, la mejor defensa es un buen ataque ...

Juliki (a la defensiva)


lunes, 5 de octubre de 2009

Sucumbir a la espera



Somos motas de polvo que se pierden en un día de viento. Algo insignificante, apenas visible, una nadería pensante que en la mayoría de las ocasiones desaprovecha su potencial. Aislado tal vez uno pueda acabar en ojo ajeno y generar incomodidad, molestia, fastidio... poco mas.
Un conjunto de motas mecidas por el viento se constituyen en tormenta de polvo; si el viento arrecia pueden llegar a levantar remolinos a generar un vendaval... A su paso todo cambia, se trasmuta, se renueva.
Si, es cierto que en el tránsito hay bajas; al abandonar el refugio uno queda expuesto, desnudo. Algunos granos sucumben en el trayecto, es el precio que hay que pagar por derruir lo viejo …
Estoy sentado en la silla frente al ordenador, busco el viento, mi viento. Ese impulso ignoto que me transforme de partícula insulsa a tornado de ilusión, a huracán de esperanzas, a tifón de proyectos, a ciclón de vida.
Espero, la brisa no llega. Ese debe ser el error, aguardar sin hacer nada; quizás sea preciso salir fuera, ir en su busca; y encontrar, a ser posible, una ráfaga amiga que ayude con su aliento, con su soplido iniciador …

Juliki ( sin brío)

domingo, 4 de octubre de 2009

Palabras que huyen


Empecé el nuevo mes, sin el control sobre mis actos; sumergido nuevamente en la vorágine de ese suma y sigue que devora los días iguales sin demora. Me alejé de las palabras para ver si ello favorecía el aclarar ideas, el recuperar fuerzas y retomar el rumbo; el resultado no es mas que un sumirse de nuevo en la desesperanza.
¿Donde quedan esas energías que me permitían antes reactivar mi vida tras un traspiés? ¿Donde huyó aquella fuerza de voluntad que me alentaba a cambiar el mundo? ¿ Y la resistencia de antaño, a que ha quedado reducida?
Sigo siendo yo pero en mi peor versión: aturdido,desteñido, variable, desganado...
Me siento una vez mas a planear el mañana, sin disfrutar el presente y carente de ilusión por el porvenir. Simplemente por enfrentarme a mi pasividad, por no seguir sentado sin actuar; pero sin convición
La melancolía se aferra a mi, quizás como preludio de ese otoño que siempre me hace amarillear las hojas, antes de perderlas; que me retrotrae a mi encierro solitario adolescente, a esa introversión que no acaba de independizarse y que me convierte a ratos en asocial y huraño
Esperemos que no quede sepultado bajo el peso de mi propia muda otoñal ...

Juliki (mohíno)

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Simetrías variables



Hoy tocó día anodino, insulso, carente de interés. Bueno en realidad el día no es mas que como uno lo vive y yo hoy lo sentí así.
Me bato en retirada entre bostezos, sin nada digno de mención. Pero antes de los ojos se entornen, los pensamientos se trunquen y los recuerdos queden entrecortados, rescato una imagen, que añade color y simetría a la jornada.
Aparco las ideas, relajo los sentidos y me aproximo a la inmovilidad, para quedar a merced de mis monstruos nocturnos. Queda latente la esperanza de que al despertar, el nuevo día traiga la armonía que hoy no llegó a despuntar.


Juliki (impregnado de desidia)

martes, 29 de septiembre de 2009

Infructuoso empeño



Tengo ya unos añitos, y aun hoy en día, sigo sorprendido por una incapacidad innata que me acompaña desde mi mas tierna infancia y que se une a las otras muchas carencias que conforman mi peculiar persona: No se ligar.
Torpe soy, eso es obvio y aunque mire mucho, esta claro que mis experiencias con el sexo complementario, denotan a todas luces una enorme incapacidad de captar y transmitir mensajes. Es mas, si en algún momento fui capaz de captar alguno, tener por seguro que la interpretación que de él hice, no se ajustó ni por asomo a la realidad.
Todas y cada una de las veces que he mostrado interés por una mujer y he iniciado las tareas de aproximación con intención de establecer una relación de pareja, el resultado ha sido siempre idéntico: una bonita amistad. A priori todo indicaba que la cosa iba de maravilla, parecía claro que estábamos a gusto juntos, incluso el resto de mis amigos me insistían una y otra vez que era obvio, que estaba hecho ... Llegada la hora de la verdad me armaba de valor y me decidía a explicar abiertamente mis sentimientos. Las susodichas se mostraban sorprendidas, alagadas, incluso alguna contrariada, para al final responderme que era un tipo estupendo; que ellas sentían por mi un enorme cariño, un afecto sincero, porque no había mejor amigo que yo. Pero que iba a ser que no.
Después de los múltiples fracasos solía situarme frente al espejo con la intención de escrutar mi rostro. Buscaba alguna marca que me permitiera reconocer ese estigma que me convertía en el amigo de la humanidad, y me impedía conseguir pareja. Pasado un rato de observación mis ojos alicaídos solo conseguían descubrir esa expresión triste que acompaña a la decepción.
Un día un amigo que en esa materia carecía de problemas me contó su secreto. " Lo que a ti te pasa es que buscas y eso con ellas no sirve, lo que tienes que hacer es esperar y encontrarás"
Ni que decir tiene que estuve a punto de patearle reiteradamente los huevos al jodido profeta, ante, lo que en ese momento, me pareció mas una mofa que un consejo. Por aquel entonces yo no hacia mas que esperar y desesperar en días alternos.
Casi 30 años después he de reconocer que el tipo, al menos conmigo, no andaba descaminado. He tenido y tengo pareja, pero en honor a la verdad, en ninguno de los casos que fructificaron, puede decirse que lo buscara yo, mas bien me lo encontré o me encontraron ...
Hay cosas que se nos escapan en la vida. No se montar en bici, no creo que llegue jamás a tener carnet de conducir, y a estas alturas, creo que me iré a la tumba sin haber ligado nunca ...

Juliki (antítesis de ligón)

lunes, 28 de septiembre de 2009

Roce de miradas



Me gusta mirar a los ojos e intentar saber que tipo de persona tengo enfrente. La mayoría de las veces la información recibida no permite mas que hacer vagas conjeturas, seguramente falsas; pero aun así, muchas veces las miradas dicen mas que las palabras. Las miradas son las frases que dan voz a los silencios.
Hay miradas que dan vida y otras son autenticas amenazas de muerte. Las hay curiosas, lascivas, indiferentes, vacías ... hay mas miradas que personas, porque cada uno incluye en su repertorio infinidad de ellas.
Me gustan las miradas curiosas, las inquietas, las que acarician; También las indecisas, las traviesas, las vergonzosas. Me encanta cazar las miradas esquivas, huidizas, perdidas …
Mirar, es aproximarse, querer conocer, preludio de aprendizaje.
Por eso hay días que salgo de mi, alzo la vista y observo. Intentando ver; no siempre consiguiéndolo ...

Juliki (oteando)

domingo, 27 de septiembre de 2009

Parsimonia necesaria



El entorno es cambiante, en ocasiones me admira la rapidez con que aparecen y desaparecen tiendas, negocios ... Esta claro que vivimos en una época convulsa y que lo que para una generación fue un pilar en su vida para la siguiente constituye una antigualla inservible.
Hace tiempo un amigo me comentaba que subió al trastero con su primito y este quedo extasiado ante un objeto que permanecía arrinconado en el desván: Una maquina de escribir. Paso la tarde fascinado tecleando y observando como los tipos se proyectaban al apretar cada tecla hasta dejar su impronta en el papel.
Yo también soy un antiguo y no puedo evitar cierta perplejidad ante la velocidad con que cierta cosas quedan obsoletas y acaban relegadas al desuso. Valga como ejemplo de esos cambios relámpago, la casi extinción de las cámaras fotográficas tradicionales o la proliferación y uso masivo ( a veces abuso) de los teléfonos móviles.
Por eso cuando uno descubre que un emprendedor rescata un local para implantar un negocio que parece destinado a la incomprensión en estos tiempos modernos, no puede evitar que le invada cierta esperanza y una enorme alegría. La tranquilidad de un café y el sosiego de la lectura aunados en un espacio, parece el despropósito de un loco en estos tiempos de celeridad extrema. Habrá que frecuentarlo pues, para que perdure...

Juliki (gratamente sorprendido)

viernes, 25 de septiembre de 2009

Ilusiones perentorias


Cansancio de viernes, no es una fatiga cualquiera, va gestándose pausadamente desde las horas finales del domingo; para ir día a día creciendo hasta su máximo apogeo: Viernes. Marca el principio y el fin, el paso de lo cotidiano a lo excepcional, de la rutina al libre albedrío. Pero, ¿ es eso real? A veces me pregunto hasta que punto esa ruptura existe o es una estratagema que nos envuelve para entontecernos, para llevarnos de vuelta al punto de partida: Un lunes mas.
A diario nos venden esa dicotomía entre trabajo y ocio, deber y derecho, obligación y disfrute. No se puede optar a lo segundo sin pasar previamente por lo primero. Suena a trampa y caemos una y otra vez, con la esperanza algún día de salir del agujero y que una herencia, la primitiva o un golpe de suerte nos libere de esa "condena cotidiana" que supone trabajar para vivir y que en realidad nos lleva a vivir para trabajar. Desconectamos el fin de semana para reanudar la faena con nuevos bríos y con la ilusión de que tras soportar cinco días de brega volverá la fantasía del finde. Vivamos pues la ilusión. Mejor el espejismo que la monotonía.

Juliki (iluso)