lunes, 16 de noviembre de 2009

Ilusiones errantes



Busco consuelo al desanimo, pero no lo hallo. Aunque no tengo aliento me desplazo hasta ti, pero tu no estás, has salido; la fatiga te hizo partir. Escruto mi entorno en busca de un brazo amigo que me de un impulso, un aliento y solo atisbo ausencias. Hoy necesitaba y no encontré, al menos no eso que quería. Hago recuento de afectos y acabo pronto, demasiado pronto.Regreso lento, saboreando cada paso, buscando entre las sombras que me acompañan. Unos pasos me adelantan, van dialogando en la distancia; su rumor queda eclipsado por el rebuzno de un móvil. Desciendo a los infiernos, pero antes devuelvo un saludo a un desconocido. ¿Cortesía, educación o deseos de entablar un nuevo contacto?
Llego a la plaza y se hace de noche dentro de la noche. Oscuridad para dar ambiente, los cuerpos de seguridad se agazapan en la penumbra. Cumplen su misión, estar para que otros no estén.
Atravieso mis propias tinieblas y a tientas llego al portal. Escalo hasta la cúspide, hago callar la sirena y cierro de un portazo, como intentando dar por clausurada la jornada. Pero aun queda algo por hacer, miro al espejo que me devuelve una sonrisa sin retoques. Constato la realidad: Todo sigue igual.
Ahora ya puedo ir a la cama a reiniciar el ciclo; curiosa manera de perpetuar los errores de la especie.


Juliki (a solas)

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