martes, 22 de diciembre de 2009

Oir soñar a los demás



Vivimos de ilusión. Bueno también comer y beber aportan algo a nuestra existencia, pero solo a nivel de mantenimiento. El autentico combustible de la maquinaria de nuestra vida son los anhelos, deseos, proyectos y esperanzas que uno acaricia cada mañana con la intención de capturar y llegar a realizar a lo largo de la jornada. A veces son menudencias sin aparente repercusión, otras sueños de grandeza inalcanzables.
Entre tanto, nos afanamos por subsistir y para ello alquilamos nuestra fuerza productiva a cambio de un salario y en eso aparcamos muchas de nuestras aspiraciones y concentramos nuestras ansias de cambio en algo material, como esa lotería que nos liberará del yugo y nos permitirá retomar nuestros sueños.
Los días pasan y con ellos la vida se nos evapora; mientras continuamos atrapados en el espejismo de una remota posibilidad que nos mantiene prisioneros de la resignación.
La lotería paso de largo para la mayoría, volvemos a la realidad y aunque no es malo intentarlo de nuevo, no deberíamos únicamente abandonarnos a esa suerte etérea. Que sea una posibilidad mas, si, pero a la vez sigamos siendo dueños de nuestros sueños y vivámoslos cada mañana ...

Juliki (renovando papeletas)

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