lunes, 21 de diciembre de 2009

Saborear una sonrisa



El frío perjudica seriamente la salud. No me refiero a que si te descuidas y no te abrigas, vas y te resfrías; se te cae el moco y te ataca alguna de esas gripes (de la A a la Z). Eso también, pero ese suele ser un mal pasajero, leve y que tiene cura. Mas grave y con peor solución es el desajuste mental-emocional que el frío suele ocasionar, al menos a mí y al que no le encuentro solución alguna.
Me gusta pasear con los ojos abiertos y en mis recorridos, me esmero por capturar alguna que otra sonrisa, esquiva, estridente, triste ... Todas valen, porque aunque no sepa explicarlo, todas y cada una, sin ir dirigidas a mi, me reconfortan. Por eso, estos días de frío intenso, en los que andamos embozados, parapetados tras bufandas, estolas, fulares ..., me veo huérfano de risas, falto de carcajadas, carente de rostros risueños. Y eso me ocasiona languidez de espíritu, marchita mi animo y me predispone a esa enfermedad sin cura que es la melancolía.
Hoy no tuve suerte, la nieve congeló los rostros, los transformó en muecas ocultas y no me quedó otra que paladear sonrisas imaginarias ...

Juliki (ansiando una sonrisa)

1 comentario:

  1. ... yo me pegué la primera culetada nevada del año y me reí un montón, lastima no llevar una cámara en esos momentos.
    una sonrisa de mono para ti
    : D

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