viernes, 16 de abril de 2010

Platicar con tu ausencia



Hoy acudí a nuestra cita anual, me senté en la terraza del Petit y contemplé tu silla vacía. Pensé en pedirte una cerveza, pero haberla dejado sin beber sobre la mesa hubiera sido imperdonable. Tuve la intención de bajarme los V de Vendetta que me regalaste para releerlos, pero preferí estar a solas contigo, con tu recuerdo, con el dolor de tu ausencia.
¿Que puedo contarte? Que la vida sigue, aunque igual igual no. Se nota el vacío de los que se han ido, se percibe que nos hacemos mayores y que las telarañas van apareciendo para recubrir la memoria. Cada semana paso la mano, aparto el polvo y saco brillo a tu recuerdo. Es mi forma torpe de sentirte aun. A veces surge inconsciente al pasar por tu calle, al buscarte con la mirada en el Petit, donde se que no estarás. Otras veces solamente te imagino sentado, con tu sempiterno ducados en la mano, o removiendo papeles apareces en una foto de antaño.
Te has ido pero sigues por ahí. Me gusta imaginar que susurras consejos a mi oído, que me abroncas como yo hacia contigo, cuando meto la pata. Sé que no es así, aunque en el fondo sigues influyendo en mi vida, porque aunque ya no estés, siempre formarás parte de ella.
Estoy intentado retomar mi vida, centrarme y recobrar inquietudes de antaño, algunas comunes como la de emborronar cuartillas que tu también frecuentabas.
Llevo varias semanas enviando micro relatos a un programa de radio, donde una vez a la semana suelen leer alguno de los que envían los oyentes. Jejeje … Coincidencias de la vida hoy, por primera vez, leyeron uno mío.
Quería darte las gracias, porque aunque el marrón que me dejaste al marcharte no es tarea fácil, estoy en ello. Me refiero a esa sensación de tener que disfrutar y vivir la vida con intensidad; como si tuviera que hacerlo por ambos. Por mi y por todos mis compañeros, pero por mi el primero, como decía otro que también se fue. Y en eso ando. Lamento la torpeza, el no saber hacerlo mejor, pero a veces cuesta disfrutar; cuando duelen las heridas o cuando las circunstancias y el entorno se vuelven hostiles. Pero continuo con ahínco, sintiendo la vida con su sabor agridulce, que paladeo cada mañana.
También hoy, un amigo común, me comunicó que tras un complejo tratamiento de fertilidad y aunque hay que esperar unos días de incertidumbre para confirmarlo; se abre la anhelada puerta a la posibilidad de ser padres. Como ves la vida sigue fluyendo … Con alegrías que enjuagan las penas.


Juliki (Con resaca de ausencia)

1 comentario:

  1. Yo también os extraño. Enhorabuena por el relato escogido. Da ilu, ¿no?. A ver si te compartes alguno de los que envías. Así no quedan en el ostracismo. Bueno, también podemos quedar un día de estos en Petit comité para leerlos. Vive la vida igual que si fuera un sueño. Lo importante es lo que pasa entre las viñetas. A chuparla, como decía aquel que decía ser.

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