martes, 9 de febrero de 2010

Historias inventadas o fragmentos de irrealidad I




Cada tarde, al llegar mi padre de la oficina, colgaba su chaqueta en el recibidor. Yo, vencido por la tentación, soñaba con curiosear el contenido de su interior. Fantaseaba con hallar allí el misterio que su adusta mirada parecía ocultar.
Ahora, con sus cenizas en el salón, miro de reojo antes de sacar del bolsillo de su traje la cartera. Esa que guarda la foto de familia en la que no aparezco yo.

Juliki(fantaseando)

1 comentario:

  1. Apenado, hurgué en las cenizas con mis manos. Me reconocí en el retrato arrugado que encontré. Soy yo de anciano.

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