martes, 21 de febrero de 2012

Falacias desde la prepotencia

A un señor de la CEOE se le ha ocurrido proponer que se retire la prestación de desempleo a las personas en paro que rechacen un empleo. Sea cual sea, sea donde sea. Después del recorte de derechos a los trabajadores y, supongo que en un intento supremo de conciliar la vida laboral y familiar, este individuo propugna que se pueda obligar a alguien a coger un trabajo esté o no cualificado para él, digamos que en Laponia, y ya puesto, con el salario mínimo interprofesional (641,40 €). De esta forma el trabajador podría mantener a su familia; solo tendría que ir andando a Laponia, dormir allí en un parque, alimentarse de los contenedores de un centro comercial y no volver a ver a su familia ni llamarles por teléfono. Vale que exagero, que he pintado un panorama extremo, pero es que me toca los cojones que alguien, desde su desahogada existencia, se permita organizar la vida de otra persona y negarle el cobro de una prestación que es un derecho adquirido por haber cotizado durante años. Supongo que en la cabeza de este individuo parado es sinónimo de vago, tramposo y fullero. No se confunda caballerete los que se aprovechan del Estado de verdad no estan en la cola de la oficina de empleo. Llevan traje, viajan en coche oficial o, como en el cuento, se casan con la princesa. Pero claro, para ellos el rasero es otro.

Juliki cabreado con la realidad

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