martes, 13 de octubre de 2009

Manifiesta precaridad



Estos días atrás en el mundo de la investigación ha sido noticia. Noticia de segunda, eclipsada por los casos de corrupción y la tan comentada foto de las hijas de Zapatero. Una vez mas las cosas importantes quedan relegadas, ninguneadas y acaban pasando desapercibidas. Llego tarde, pero quería hacerme eco de la campaña iniciada por este sitio Web: http://aldea-irreductible.blogspot.com/2009/10/la-ciencia-en-espana-no-necesita.html para protestar por la reducción del presupuesto del ministerio de Ciencia en un 37%.
Investigar y formar futuros investigadores no es barato, pero si realmente se quiere hacerlo, aunque sea solo para poder presumir de la calidad de nuestros científicos, habría que invertir en ello. Si no es así, solo podremos presumir, como ha ocurrido y sigue ocurriendo, de exportar talentos a otros países. Científicos que, ante la desoladora situación nacional, se "fugan" al extranjero para poder desarrollar allí su faceta investigadora.
Investigar debería ser una prioridad institucional, pero muchas veces se deja en manos de la empresa privada. No digo que este mal como complemento, pero no puede ser la base de nuestra labor científica. Las empresas nos venden su gran interés, su enorme preocupación por el bien común y recalcan su obra social, pero esta claro que lo prioritario para ellas son los beneficios obtenidos al final del año. No las culpo, a fin de cuenta son empresas privadas y no ONGs. Es el Estado el que debería asumir el grueso de dicha labor.
Conozco algo el tema. En una etapa anterior de mi vida, fui proyecto de investigador, es decir precario. Estuve en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, mas concretamente en el Centro de Ciencias Medioambientales. Suena cojonudo, pero era fachada mas que otra cosa. Aquel reducto del pasado, donde aun abundaban los miembros del Opus, es donde fui yo a recalar con mi coleta y mis pantalones cortos, que tapados por la bata de laboratorio hacían a mas del uno santiguarse preguntándose si realmente llevaría algo debajo. Mi periplo allí merece un capítulo aparte que algún día me animaré a escribir. Hoy solo quería solidarizarme torpemente con aquellos que ponen toda su pasión por investigar y cuya labor raramente es reconocida: Los becarios. Ellos, seguramente, serán de los primeros en verse afectados por dichos recortes y sin su aportación difícil será nuestro crecimiento científico.
¡Ah! Si algún día la cosa mejora, y los ahora becarios llegáis a ser investigadores de prestigio, por favor, no olvidéis vuestros orígenes; recordar que fuisteis precarios y evitar que se sigan perpetuando los mismos errores que sufrís ahora...

Juliki (Otrora precario alquimista)

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