viernes, 27 de noviembre de 2009

Momentos impagables



He dejado pasar unos días para que las emociones se asentaran, para recuperar el curso de una vida que no parece tal.
La pelea fue dura, aun duele la mano de apretar la toalla durante mas de tres horas, pero al final mereció la pena. Ganamos, a los puntos, pero ganamos. No podía ser de otra forma; la luchadora que me parió es rocosa y resistió el envite. Ahora su corazón, que es demasiado grande, tiene un nuevo compañero que le ayudará a no pararse. Aun estamos renqueantes, toca recuperarse. Ella, para que su vida vuelva a parecerse algo mas a la de antes, para que pueda volver a salir a la calle y pasear sin que cada movimiento sea un martirio que te deja sin aliento; y yo ... para intentar subirme a ese tren que se escapaba y que después de estos días parece alejarse aun mas.
Es curioso, estoy inmensamente contento por lo acontecido, por ver a mi madre que aunque dolorida, deja atisbar ese brillo de esperanza en sus ojos que me hace revivir.
Pero a veces la vida es cruel, y mientras me volcaba en su pelea, he perdido alguna guerra propia, de esas que me vuelven a situar al otro lado de la línea de lo que uno cree poder soportar.
Hoy no obstante, no hay lugar para la queja ni el lamento propio; hoy solamente tiene cabida estar pletóricos porque ella, la que me dio la vida, recupera su ilusión por vivir.
Mañana ...

Juliki ( solamente hijo)

2 comentarios:

  1. ENHORABUENA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
    seguiré haciendo fuercita para las pequeñas batallas que te quedan por delante, pero ENHORABUENA por esto y abrazos enormes y fuertes y mucha energía y paciencia para el resto : )
    estoy contenta : )

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  2. ¡qué buena noticia! me alegro un montón. He descubierto tu bitácora por tu página del Facebook. Me la mencionaste pero se me pasó del todo.

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