miércoles, 29 de julio de 2009

Cuenta atrás imaginaria III



Dos. Le gustaría poder disfrutar de cualquiera de las dos opciones que ha vislumbrado esta mañana: No tener que hacer ninguna elección o tomar la decisión correcta.
Sabe que es absurdo, porque es consciente que vivir no es otra cosa que escoger, optar, mostrar preferencias, decidir el camino a seguir. Cada elección destapa múltiples opciones y, a su vez, acarrea la perdida de otras, que en el instante de ser desechadas, dejan de ser.
Tener esa certeza de perdida le podría entristecer, pero entiende que no es momento de lamentos, de arrugarse o de parar el reloj. Hay que seguir. El tic tac la anima a continuar, pero no puede evitar que la estela de un pensamiento se cruce ante él
¿Acertará cuando llegue el momento? Seguramente no del todo. La decisión correcta no existe; sea la que fuere la que al final determine tendrá su anverso y su reverso. Será incompleta, insatisfactoria, imperfecta ... pero deberá ser suya.
Se empequeñece por momentos, le gustaría desaparecer, no tener que cambiar nada, que otro eligiera por él. No obstante cree que quiere vivir su propia vida y eso solo puede hacerse si es dueño de sus actos, si decide que su destino además del azar, depende de su actuación.
Se alivia pensando que la cuenta atrás continúa aun y mientras eso ocurra todo quedará en suspenso.

Juliki (desde el distanciamiento)

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