domingo, 17 de mayo de 2009

Añoranza perpetua



Un año, un mes y un día. Es el tiempo transcurrido desde que el destino me condenara a tu ausencia imborrable, a que el recuerdo sea la única forma de compartir contigo, pero sin ti.
Ese día teníamos una cita para vernos las caras, no era una cita concertada, era solo un deseo por mi parte. Hablamos y bromeamos el día anterior y te dije que seguramente pasaría a verte al hospital.
Esa tarde yo buscaba desesperado un vecino para que se encargara de un papeleo de mi Comunidad. Ya me conoces, soy como tu, un tipo responsable, un gilipollas responsable … Se hizo tarde en la búsqueda y decidí posponer la visita y verte al día siguiente, no había urgencia alguna; total, no te ibas a escapar de allí …
Al final tuve que ir a verte, pero tu ya no eras tu, lo esencial se había marchado. Descansabas inerte en la cama, faltaba ese espíritu inquieto, esa carcajada espontánea, esa conversación fluida …
Recuerdo que te bese, como si eso pudiera al igual que en los cuentos llegar a despertarte, mientras apretaba los dientes. Te regañé por irte sin avisar, por no haberte esperado para poder haber charlado contigo, aunque fuera sólo una vez mas. Esta vez no replicaste, no pudimos discutir como tantas otras veces…Nunca, jamás, ser responsable me había provocado tanto dolor …
Después el tiempo se paro, recuerdo como recogimos tus cosas, como cargué con la bolsa de tus pertenencias hasta mi casa, que pesaba como solo puede pesar la ausencia de un amigo. Dormité incrédulo mirando tus cosas, quizás con la esperanza de que al despertar no estuvieran allí y eso significara que tu seguías aquí.
Me metí en la ducha, pero esa mañana no conseguí que la pesadilla se desvaneciera a través del desagüe; fui a trabajar apretando una vez mas los dientes y a escondidas deje que ese aluvión de pena húmeda se deslizara por mi cara. Cumplí estoicamente con mi responsabilidad laboral y después fui a decirte adiós.
Desde entonces el tiempo continua detenido, al menos una parte de él. He nadado en tu recuerdo, entre tus comic, con tus escritos, usando la herencia de tus plumas …
Se que seguirás estando ahí, que te buscaré sentado en la terraza del Petit cada día , que miraré a tu ventana para ver si la luz esta encendida, que esperaré encontrarme contigo en el barrio y que recordaré una y otra vez las miles de aventuras que vivimos juntos …
Me queda el sinsabor de no haber cogido por las solapas a los que te dejaron marchar con su negligencia, que la hubo, y pedirles explicaciones, pero eso no te traería de vuelta y tenía que respetar la decisión de los tuyos.
Había tantas cosas que nos quedaban aun por hacer juntos … ¿Sabes? Cuando era joven decidí que moriría tras cumplir los 41 años, era una estupidez, no recuerdo el porque lo decidí, pero fue así. Nunca pensé que llegada esa edad fuerais tu y tu pérdida los que me haríais morir un poco y a la vez me obligaríais a vivir para seguir recordándote.


Juliki (¿Condena o pena?)

1 comentario:

  1. recordar es la mejor manera de mantener vivo a alguien y seguir cuerdo.
    un gran beso

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