lunes, 21 de septiembre de 2009

Presente en la ausencia



Camino dentro de mi, mis pasos retumban y fuera la algarabía de la vida suena como un eco lejano, del que parecería que pudiera ausentarme. Mi paso se ralentiza y los sonidos llegan a cámara lenta, porque ya no estoy allí para percibirlos. Busco, aunque hace tiempo que me enseñaron que así uno no puede llegar muy lejos. Los buscadores pierden el tiempo, nunca llegan al final de su búsqueda; siempre les sale al paso algo nuevo que escudriñar. Sería mejor haber sido "hallador", pero encontrar es tarea para almas decididas. Siempre fui, y aun soy, demasiado vacilante para ello. Vuelvo a buscar dentro, quizás nuevamente en el lugar erróneo, pero mas allá de mi, la realidad se vuelve desalentadora y confusa; mas confusa.
Tal vez solo somos fragmentos de realidad, como visiones a través de un caleidoscopio, y a pesar de ello nos empeñamos en ser un todo coherente, una imagen conjunta. Hay momentos que los dilemas nos hacen avanzar con su resolución, pero en otras ocasiones son la bola del preso que nos mantiene amarrados a nuestros sueños de grandeza, que paradójicamente nos hacen minúsculos. Me siento empequeñecer y por eso ceso en mi empeño, dejo que el encefalograma plano sea mi tarjeta de presentación, al menos por lo que queda de hoy.
Miro, simplemente miro. Me gusta mirar las nubes, su blancura me ayuda a olvidar que ocultan la luz del sol y hacen mas llevaderos los días grises ...

Juliki (lineal)

1 comentario:

  1. y a veces nos envian mensajes, es mejor dejar los grandes hallazgos para otros, me quedo con los pequeños descubrimientos de andar por casa, que son duraderos.

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