sábado, 20 de junio de 2009

Rescatado del olvido VII



Cuando tenia doce años además de otras muchas carencias de infancia había dos que especialmente me quitaban el sueño: No sabia montar en bici y no sabia nadar. Ahora 30 años después duermo por las noches, se nadar y …. aun me queda tiempo para intentar pasarme a las dos rueda.
Lo de nadar fue chungo, llevaba toda una eternidad yendo a los cursillos que daban en la piscina de la empresa de mi padre, pero sin éxito. No, mi padre no era el dueño, era uno de lo empleados, mecánico ajustador para mas señas, reparaba embragues de los autobuses urbanos de Madrid ( EMT) y a cambio le daban un sueldecillo y grasa gratis, que el se esmeraba en limpiar de sus uñas de manera efímera. Ahora que lo pienso, algo suya si era la empresa, estuvo 50 años, primero con los tranvías, luego con los autobuses, ahora esta jubilado, y la empresa es municipal, osease de todos, pero de mi padre un poco mas pues ha dejado mas de media vida en ella…
Pero volvamos a los cursillos, duraban todo el verano y para mi suponían una autentica tortura. La aventura era diaria de lunes a viernes comenzaba a las ocho de la mañana que subíamos a un autobús que nos llevaba al recinto. Salíamos equipados al campo de fútbol a hacer las tablas de gimnasia, con el bañador debajo de los pantalones cortos; nos rebozábamos en la arena y cuando el sudor nos convertía en autenticas mini croquetas humanas llegaba la hora del baño. Antes pasando por esa gélida ducha capaz de encogerle las pelotillas al mas dispuesto…
Pase varios años en el grupo cero, situado en la piscina de los niños pequeños ,con el agua llegándome a las canillas y la vergüenza enrojeciendo mi cara. Por allí pasaron niños y niñas a los que sacaba una y a veces dos cabezas, pero ellos eran capaces de meter la suya en el agua, abrir los ojos y decir el numero de dedos que el profesor mostraba. Yo no … Un día alguien al pasar hizo un comentario jocoso sobre mi y me sentí herido.
-Quiero intentarlo dije a la monitora.
-¿Ahora?
No respondí, metí la cabeza en el agua y … abrí los ojos
-Dos dije mientras la sacaba y me restregaba los ojos
-Tienes que volverlo a hacer, para comprobar que no ha sido suerte …
Iba a protestar indignado porque dudara de mi, me comí el orgullo, tome aire y volví a hacerlo…
-Otra vez dos …
-Enhorabuena puedes pasar al grupo uno.
¡Era indestructible!, salte el cordón limitador a la otra piscina y pase al grupo uno.
-Aquí hay que hacer la plancha mascullo mi nuevo monitor ¿Sabes como es?
¿Saberlo? De memoria, lo había visto miles de veces con envidia desde el grupo cero. Tome carrerilla me puse duro, aguante la respiración y me deslice, de repente note el bordillo ¡Lo había hecho! Jo tío que bien me dijo uno de mis nuevos compañeros. Me gire hacia el monitor
-¡ Ya esta grite!
-Perdona estaba distraído charlando, puedes repetirlo …
No era posible, tenia que ser un puñetero sueño.
-Pero ya lo he hecho masculle intentando retener el llanto.
-Mira, no lloriquees como un mariquita, si quieres lo repites o deja a otro que lo intente …
Me quede helado, la cólera lleno todo mi ser, me jure a mi mismo que jamás volvería a hacer la plancha, se que no tiene sentido, pero soy un tipo obstinado y de palabra … Además allí el agua me llegaba a la altura de las tetillas, pasarían algunos años antes de que mi estatura desentonara en aquel grupo …
Lógicamente nunca salí de aquel grupo. Tampoco he vuelto a hacer la plancha …
La historia tiene una segunda parte, pero habrá que esperar a mañana para conocerla ...

Juliki (por partes)

No hay comentarios:

Publicar un comentario