miércoles, 10 de junio de 2009

Trastornos habituales



Últimamente ando perdido, desconcertado y descorazonado con mi existencia. Me parece que con la edad me estoy convirtiendo en un tipo raro y disonante con la realidad que me rodea. Vamos, que con bastante frecuencia tengo la impresión que estoy para que me encierren, o para que un psicólogo me haga la revisión de los 42 Km., digo años.
Si una amiga de una amiga, a la que quiero como si fuera amiga mía, me escuchara me diría:
- Anda no seas tonto ¡parece mentira!, ¿ ir al psicólogo? Pero vamos a ver ¿tu no tienes amigos? Pues eso, quedas con alguno, charláis un rato, os contáis vuestras alegrías y vuestras penas, os echáis unas risas y ya esta. Te lo garantizo yo, no hay mejor terapia. Y con lo que te ahorras da para quedar varias veces con ese y otros amigos mas ...
La verdad es que es un argumento irrefutable, creo que por eso seguiré sin acudir a la consulta de un profesional, siempre me parecen mas honestos los aficionados tipo amigo.
A menudo me pregunto ¿donde radica la diferencia entre un amigo y un conocido? ¿ Cual el preciso instante en que pasa a dar el salto en el escalafón? ¿Que misterioso resorte transmuta al conocido en algo mas?
Existe algo indiscutible, se necesita la coincidencia en el espacio y el tiempo, el trato frecuente y las vivencias conjuntas. Pero si eso fuera todo indudablemente nuestros mejores amigos estarían dentro de nuestra familia, y no suele ser así ...
La familia es la que es , te toca, no la eliges tu y con el tiempo no nos engañemos se le acaba cogiendo cariño, incluso se les quiere, pero no los seleccionas tu y lo que es peor no se les puede descambiar por otros; no hay reclamación posible, ni nadie te devuelven tu dinero-tiempo si te sale un padre maltratador, una hermana racista o un abuelo xenófobo ...
A los amigos en cierto modo si los seleccionas; pasan por tu vida como conocidos y tras compartir diversas experiencias superan "el casting", basado supongo que en afinidades comunes, confianzas mutuas y algún desencuentro reconciliable. Después se convierten en actores principales de la película de tu vida.
Añoro a los amigos perdidos, aquellos que no volverán y a esos otros cuyos caminos comunes pasaron a ser divergentes por avatares de la existencia. Extraño a aquellos a los que la distancia dificulta la posibilidad del abrazo y a los que la dejadez aleja en el tiempo y el trato. Echo de menos a los amigos que aun estar por venir ...
No tengo arreglo, necesito ayuda. Menos mal que esta noche tengo cita con un prestigioso grupo de psicólogos: He quedado a cenar con una pareja de amigos, tengo ya ganas de iniciar la sesión ...

Juliki (¿loco, alocado o cuerdo?)

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